Se me declararon los acúfenos, una madrugada de junio de 2001.
Justo había terminado un tratamiento con cortisona y antihistamínicos para combatir una alergia. También me encontraba en una fase laboral de mucho estrés.
Como hemos hecho todos los afectados, acudí a un especialista de ORL, el cual realizó todas las pruebas pertinentes para descartar cualquier anomalía auditiva. No tengo ninguna perdida auditiva, hasta el momento, mis ruidos se dejan oír en mi oído derecho, como una lavadora centrifugando, y se acompañan de unos pitidos en mi cabeza.
Realizaba trabajos de contabilidad, personal, y encargada de compras en una empresa. Al iniciarse los acúfenos, empecé a ir de mal en peor. Perdí toda concentración, perdía la memoria, y mi estado de ánimo fue decayendo.
Han pasado ya más de dos años. He cambiado de tener responsabilidades en la empresa, a ha
cer trabajos de Auxiliar y con la mitad de horario. Pierdo económicamente, pero he ganado en calidad de vida. Estoy más relajada y puedo estar más por mi y mi familia. He aprendido a convivir con mis ruidos, aunque tengo días de pequeñas crisis, que supero gracias a la ayuda de los míos.
En la última asamblea del año 2002 de A.P.A.T., me presenté como Presidenta, la Asociación estaba pasando por un bajón muy fuerte, y si no había nueva Junta Directiva que se propusiera continuar el gran trabajo realizado por Pepita Pla y sus colaboradores, A.P.A.T., ya no existiría.
Personalmente, creo que estoy haciendo lo que puedo, sacando tiempo de mi familia y de mi misma. Pero, alguien tiene que hacerlo. La nueva Junta Directiva intentamos seguir luchando y enterándonos de cómo siguen las investigaciones para nuestro mal. Hecho que nos llega desde América por nuestra relación con A.T.A. (American Tinnitus Asociation ). Pero no me cansaré de repetir que, necesitamos vuestra colaboración, llamadnos, escribidnos, sinceramente, os necesitamos.
Àngels Morera,
Presidenta.
