Ante el tinnitus hay que ser realista y esperanzado al mismo tiempo

Tanto si el tinnitus es leve, moderado o severo, el que lo sufre se pregunta ¿cuándo se acabará esta molestia? A esta pregunta hay que responder que es posible que algún día se acabe, aunque sea imposible precisar cuánto tiempo falta para llegar a ello, y añadir que es posible adoptar una serie de medidas y precauciones para hacer que la molestia ocasionada por el tinnitus sea cada vez más soportable, y pueda llegar a no afectar en absoluto, o a afectar muy poco, la calidad de vida perdida por el ruido percibido constantemente.

Si el tinnitus tiene una antigüedad de 6 meses puede pensarse que se ha hecho crónico, aunque esta cifra de 6 meses es una simple presunción dado que cada persona y su tinnitus son casos distintos. De cualquier forma, sean 6 meses o más o menos, no es necesario creer que el tinnitus en su forma más agresiva, que es la que se percibe en los primeros tiempos, será para siempre.

Hay varios motivos que permiten tener esperanzas. Por un lado, muchas investigaciones se llevan a cabo en todo el mundo para encontrar una terapia, sea farmacológica o de cualquier otro tipo que permita eliminar el tinnitus. El hecho de que esté demostrado, y aceptado por toda la comunidad científica, que una gran mayoría de los tinnitus se deben a una hiperactividad del área del cerebro que procesa los sonidos, que se traduce en la identificación de un sonido que no existe, manteniéndose esta hiperactividad, causada por distintas causas (presbiacusia, exposición a ruidos intensos, traumatismos, fármacos ototóxicos, etc.), aunque cese la causa que la provocó, ha sido un paso muy importante que podrá permitir que se encuentre una terapia definitiva.

Por otra parte disponemos de una serie de terapias de habituación cuya eficacia ha sido probada, que nos permiten “alojar” al tinnitus en el área inconsciente de nuestro cerebro, y dejar de percibirlo la mayor parte del tiempo, y cuando se percibe considerarlo no agresivo, e identificarlo como un ruido más de los muchos que percibimos constantemente y que no afectan nuestra calidad de vida en absoluto.

Además, se sabe que un estilo de vida sano con una dieta adecuada permite que la percepción del tinnitus sea menos intensa de lo que sería sin estos buenos hábitos.

Cuando el tinnitus aparece la persona suele acudir a su médico de cabecera que le deriva habitualmente al otorrino, o bien acude directamente al otorrino. En la mayor parte de los casos el otorrino no tiene una solución para curar o mitigar el tinnitus de su paciente, y éste se acaba dando cuenta de que su problema no se va a resolver, sea porque se lo explica el otorrino, sea porque se da cuenta de ello por sí misma. En este momento el paciente se siente desamparado, sin saber qué hacer, y pueden aparecer trastornos de ansiedad, depresión e insomnio.

Para evitar esta situación alguien debería explicarle al paciente que existen terapias de habituación, que las han realizado con éxito otros pacientes, y gracias a las cuales han recuperado su calidad de vida perdida por el sonido del tinnitus. Si el paciente puede contactar con otro paciente con tinnitus, o bien si se informa de la existencia de asociaciones de pacientes, tendrá una oportunidad de conocer las terapias existentes y de tener más información sobre su dolencia, lo que le permitirá afrontar su trastorno con esperanzas fundadas.

Que hay esperanzas de que el tinnitus no afecte a la calidad de vida del paciente es cierto, no se trata de una palabra piadosa para consolar al que sufre. Basta saber el gran número de celebridades, actuales y pasadas, que a pesar de su tinnitus consiguieron sus objetivos, fueran artísticos, políticos o de otra índole. Beethowen, Martín Lutero, Francisco de Goya, Ronald Reagan, etc. tuvieron tinnitus y convivieron con él sin que les afectara en su actividad creativa y profesional.