Los fármacos ototóxicos – Hospital Universitario Vall d’Hebrón

Como toda persona que tiene acúfenos sabe, existen fármacos que se prescriben habitualmente que tienen efectos secundarios nocivos para el aparato auditivo en general y para los acúfenos en particular. Tenemos un buen número de testimonios de personas que han visto aumentar la intensidad de su acúfeno al haber tomado un fármaco prescrito para patologías distintas del acúfeno.

Como consecuencia de esta realidad nuestra asociación encargó un informe sobre la ototoxicidad de algunos fármacos a dos doctoras especialistas en Farmacia Hospitalaria que ejercen en el Hospital Universitario Vall d’Hebrón de Barcelona. Este informe se publicó y distribuyó a los socios a finales del año 2010. Siguiendo las indicaciones de las autoras, que nos explicaron la necesidad de revisarlo periódicamente debido a que constantemente aparecen nuevos fármacos, en tanto que otros son retirados del mercado y de los que se mantienen se dispone de informaciones nuevas, lo revisamos y publicamos en diciembre de 2014. Nos corresponde ahora revisarlo, y así lo hemos encargado ya, para publicarlo a finales del presente año 2018, con objeto de que la información disponible sea lo más actualizada posible.

La información sobre la ototoxicidad procede de la ficha técnica del fármaco, de algunas referencias bibliográficas acreditadas y de las informaciones que facilita la Oficina de Vigilancia Farmacológica de la Unión Europea. Incluye la prevalencia pero no incluye si la ototoxicidad es permanente o transitoria, ya que es una información que no aparece en los documentos antes descritos. Se sabe que en muchos fármacos totóxicos la ototoxicidad es transitoria o sea que cesa cuando se deja de tomar el fármaco, pero hay algunos en los que se mantiene definitivamente.

Conviene dejar claro que la inclusión de un fármaco en el listado no significa que, necesariamente, el fármaco causará acúfenos a quien no los tiene o aumentará la intensidad percibida a quien los sufre; ya que lo que realmente significa es que quien los tome está corriendo un riesgo.

Sobre la ototoxicidad de los fármacos encontramos a faltar la atención de los profesionales en general. No hemos visto ningún historial médico en el que figure la pregunta a responder por el paciente: ¿Tiene usted acúfenos?, lo cual da lugar a que se puedan prescribir fármacos ototóxicos por dolencias distintas de los acúfenos sin tener en cuenta esta circunstancia de los pacientes. En la medida de nuestras posibilidades hemos tratado de informar sobre el particular, pero constatamos que aún hay mucho por hacer en este sentido.