Un nuevo tratamiento de los acúfenos: la Anatheóresis

Nos ha llegado información sobre una terapia de tratamiento de los acúfenos que transcribimos en lo que sigue. Se trata de una terapia cuyos resultados desconocemos, por lo que la transcribimos a título informativo, sin que ello suponga en modo alguno una recomendación para ponerla en práctica.

Las consecuencias de los acúfenos para los afectados son muchas: afectan al estado anímico, hay pérdida de atención por estar únicamente centrados en el acúfeno, suelen implicar un estado de excitación permanente, y aparecen trastornos de ansiedad, depresión e insomnio.

En opinión de los promotores de la terapia, los acúfenos no son una enfermedad, sino un SÍNTOMA, que nos avisa de que «algo pasa» en la vía auditiva. Hay dos tipos de acúfenos: los objetivos, que son sonidos reales, y suelen ser vibratorios; y los subjetivos, que son los más habituales, no son vibratorios y la mayoría de ellos no tienen un origen mecánico. Las causas que los provocan son muchas y muy variadas y su curación, según nos consta, se reduce a «planes de adaptación a los acúfenos», es decir, se enseña a convivir con ellos, no a eliminarlos para siempre. Son técnicas de relajación, de respiración, de autohipnosis, etc., para aprender como «dejar los acúfenos a un lado», como si no existieran y convivir con ellos.

En este artículo, les proponemos tratarse con una terapia transpersonal, la Anatheóresis, para llegar al origen, a la causa de sus acúfenos, y poder así solucionar su problema. Anatheóresis es una técnica terapéutica creada por Joaquín Grau, que ayuda a «sanar» traumas del pasado desde el periodo prenatal, como medio para curar las enfermedades y problemas del presente. Surgió para comprender y valorar que existen distintas formas de percibir, de sentir y de ver la realidad.

La clave de la enfermedad está, por tanto, en comprender, qué y cómo percibimos en el momento original en que se produjeron los hechos concretos, cuando nuestra configuración cerebral era distinta, incompleta y, por tanto, no nos permitía comprender globalmente la situación ó el hecho, sino solamente su aspecto emocional.

Anatheóresis se fundamenta en los ritmos cerebrales y los estadios de percepción. Trabaja únicamente con los procesos de percepción del hemisferio derecho del cerebro. Enfermamos porque estos hechos traumáticos no resueltos (claustro materno, nacimiento y primeros años de vida), se ACTIVAN en nuestra vida actual por una ANALOGÍA que hace que se despierten¡¡¡¡¡

Los acúfenos se oyen en los oídos, que son los órganos sensoriales de la audición. Como se muestra en la foto, nuestra realidad, nuestro consciente es sólo un 5% de nuestra capacidad, mientras que nuestra parte inconsciente es un 95%.

Nosotros somos seres vivos que nos hemos adaptado para poder sobrevivir, de no ser así nos habríamos extinguido hace tiempo; y todas las adaptaciones que hemos afrontado y vivido a lo largo de nuestra historia nos han permitido seguir aquí; hemos ido evolucionando, transformándonos, aprendiendo, etc. hasta el día de hoy; y todo ello está gravado en nuestro inconsciente, el cual conoce las causas y las soluciones de todos nuestros problemas para poder vencerlos, superarlos y seguir adelante en nuestro proceso evolutivo.

Teniendo en cuenta que los acúfenos se oyen en el oído, debemos preguntarnos: ¿qué los causó?, ¿cuál es su origen?, ¿para qué han surgido estos «ruidos» en nuestro interior?, ¿desde cuándo han aparecido?, ¿qué oímos que nos causó tanto dolor y por eso lo tapamos con los acúfenos?, o ¿qué situación nos perturbó tanto que para no oír producimos esos acúfenos? También podría ser: ¿Qué silencio nos causó tanto dolor?, ¿había demasiado silencio?, ¿había demasiado ruido en aquella situación que no pude superar?, ¿no recibí buenas palabras o explicaciones?, ¿el silencio fue insoportable?, ¿oímos como un rival accedía a nuestro territorio?

– «Lo que llega a mis oídos no es lo que me gustaría escuchar».
– «No soporto escuchar más cosas desagradables».
– «Oigo palabras o ruidos que sobrepasan mis capacidades de raciocinio».
– «El silencio es insoportable».
– «No soporto haber perdido el territorio (casa, trabajo, mujer)»

Con todo esto trabajaríamos con la terapia de Anatheóresis. Se trata de buscar situaciones en nuestra biografía que tengan que ver con todo ello. Seguramente ahora nosotros no le damos importancia, pero, por analogía, algo o una situación nos han llevado a que activáramos los acúfenos como defensa en nuestro presente. Para ello acompañamos a la persona en una relajación profunda, pero consciente, y ahondamos en su inconsciente para encontrar cual fue el motivo que le ha causado este problema, la persona toma conciencia de él y el problema se resuelve.

Imaginemos un caso real, un hombre (Juan) de mediana edad, 50 años, que desde hace 10 años sufre de acúfenos. No sabe exactamente cuándo le empezaron estas molestias pero recuerda que era un momento de su vida, en el cual trabajaba duro en una empresa, con mucha competitividad entre los compañeros y, frecuentemente había discusiones entre ellos y su jefe; recuerda haber vivido una época de bastante estrés y preocupación, e incluso de miedo a perder su empleo. Ya en la sesión de Anatheóresis, después de la relajación, revive algunos episodios de aquella época de su vida con toda su carga emocional, es decir, que revive las discusiones, siente la impotencia, el miedo, y visualiza aquellos momentos. Seguimos la sesión, ahora rememorando situaciones similares a las anteriores (las mismas emociones) y relata un episodio con su familia, un día de Navidad; en este caso las discusiones fueron con sus hermanos, discuten por el bienestar de sus padres, ya mayores, y necesitados de que los hijos se hagan cargo de ellos o de ponerles ayuda en su casa. Juan revive aquellos momentos con mucha cólera, nerviosismo, se siente impotente delante de sus hermanos, siente tristeza, etc. Seguimos rememorando situaciones similares, en las que Juan siente las mismas emociones, pero vamos yendo hacia atrás en su biografía y llegamos a la época adolescente, al momento de una discusión fuerte con su padre; en esa situación su padre le grita sin piedad, por haber llegado demasiado tarde la noche anterior a casa. Juan le intenta explicar por qué lo ha hecho, pero su padre no le escucha, solo le chilla y le chilla sin dejarle exponer lo sucedido. Juan, entonces, le grita aún más para hacerse valer y poder explicarle que se le rompió la moto de camino a casa y por eso llegó tan tarde; entonces el padre se pone más colérico y empieza a decirle que no le va a pagar la reparación¡¡¡¡, que es un descuidado¡¡¡¡, y no para de aumentar el tono de voz. Juan no puede soportarlo, se pone las manos en las orejas para amortiguar los chillidos de su padre y acaba marchándose a su habitación. Seguimos yendo hacia atrás y el paciente nos relata un episodio en el colegio, en el recreo, donde hay una pelea entre compañeros de clase, se gritan, se pegan, y él no puede evitarlo; lo vive de manera traumática y con mucho dolor y carga emocional, vuelve a sentir impotencia, miedo. Seguimos hacia atrás y llegamos al claustro materno; ahí Juan oye una discusión muy fuerte de sus padres, se trata de un asunto económico, su negocio no marcha bien y están muy alterados; oye cosas que lo traumatizan, tienen que ver con su llegada a la vida; parece que no va a encontrar un buen ambiente familiar, su padre y su madre ahora no lo quieren, dicen que será un estorbo y un gasto extra, se echan la culpa el uno al otro por haberlo concebido, todo lo cual hace que el bebé entre en pánico por lo que oye, y sienta miedo a morir¡¡¡¡¡¡¡

Como vemos en el caso de Juan, todos los episodios que ha ido rememorando respecto a oír discusiones, gritos, peleas, le han ido causando traumas en su vida, los ha vivido con miedo, impotencia, pánico, etc.

No todas las personas lo hubiéramos vivido de la misma manera, y por ello Anatheóresis es una terapia personalizada, no se puede generalizar, cada caso es diferente aunque el síntoma o la enfermedad sea la misma.

Es muy probable que a Juan le sucediera alguna situación análoga a éstas, cuando le aparecieron los acúfenos, al no poder soportarlo y sentirse impotente para solucionarlo, él mismo creó un «ruido» interior para no oír el exterior. Estas emociones quedaron bloqueadas en su inconsciente, hay que revivirlas y desbloquearlas para que el síntoma empiece a paliarse hasta desaparecer.

Cada caso es diferente porque depende de la percepción de la persona y de las situaciones que se encuentre; puede que las situaciones sean muy diferentes de unos pacientes a otros, incluso que no tengan nada que ver, y por ello hay que tratarlos de manera individual y personalizada hasta encontrar el origen que causó este síntoma o enfermedad en el presente.

Los lectores que se interesen por ampliar su  información sobre la Anatheóresis pueden hacerlo accediendo a www.bioterapiascasart.com, al teléfono 630511180 (whatsapp) o al correo bioterapiascasart@gmail.com
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Nota. Las dos imágenes incluidas en el artículo han sido facilitadas por Bioterapias Casart,
por lo declinamos toda responsabilidad sobre las mismas.