CÓMO AYUDAR A LAS PERSONAS QUE TIENEN ACÚFENOS

Es posible que quién lea el texto que sigue no tenga acúfenos, pero puede ser que un familiar cercano o un amigo los tenga, y en tal caso el texto tendrá la utilidad de descubrirle como puede ayudar a su familiar o a su amigo. Sugerimos que los que tenemos acúfenos invitemos a nuestros familiares cercanos a leer este texto ya que conocer lo que en este sentido explica el libro Living with Tinnitus and Hyperacusis puede ayudar en su relación con el que sufre a causa de sus acúfenos.

Ayudar a personas que usted sabe que tienen acúfenos

Trate de conocer lo mejor posible que son los acúfenos y cómo afectan a los que los sufren, lo que podrá ser una ayuda para su familiar o su amigo, sobre todo para combatir los pensamientos negativos asociados a los acúfenos.

Las personas con acúfenos suelen sentirse solas y aisladas. Tener a alguien cercano puede ser terapéutico, especialmente por la noche al principio de tener el acúfeno. Es posible que la persona acufénica piense que la causa de sus acúfenos la ha provocado ella misma. Por ejemplo, piensa que se han generado por una visita a un nigthclub muy ruidoso y se lamenta por ello: Si no hubiera ido al nigthclub, si pudiera volver atrás … Tal pensamiento es comprensible pero no ayuda al afectado, más bien conduce a un conflicto que a una solución. Tomando el ejemplo del nigthclub, ciertamente el ruido del club puede colaborar en la aparición del acúfeno, pero raramente es el único factor. Muchas personas acuden con frecuencia a nigthclubs ruidosos y no desarrollan acúfenos.

También es posible que alguien cercano (suele ser la pareja) pueda culpar a los acúfenos alegando que influyen negativamente en su propia vida. El afectado puede pensar que al culpar a sus acúfenos, su pareja le previene para dejar de hacer alguna cosa que hubiera querido hacer. Es una situación típica en vacaciones, por ejemplo, que la persona con acúfenos tema coger un avión pensando que el ruido de los motores va a agravar sus acúfenos, lo cual influye en las vacaciones de su pareja al decidir no utilizar el avión. Como resultado puede acabar pensando que los acúfenos de su pareja afectan a su propia vida. Debe evitar esta situación pensando que la mayoría de las restricciones que van a afectarles pueden ser temporales.

Interesarse por el problema

Para el que no tiene acúfenos ni hiperacusia es fácil olvidarse que alguien tan cercano como la pareja o un amigo tienen acúfenos, y en consecuencia muchas personas acufénicas sienten que son ignoradas tanto por su pareja como por sus amigos. Preguntando periódicamente por los acúfenos puede conseguir que el afectado se abra y puedan hablar sobre las dificultades generadas por sus acúfenos. No obstante, hay que hacerlo con tacto, ya que preguntando reiteradamente puede ser contraproducente al inducir al acufénico a focalizarse en sus acúfenos, y en lugar de ayudar puede dar lugar al enojo o a la irritación del acufénico.

Ayuda y colaboración en los tratamientos

En los casos en los que el acufénico sea reacio a acudir al médico, su pareja o su amigo deben tratar de persuadirle que concierte una visita al médico, que puede ser el de cabecera que lo derivará al otorrino, o directamente al otorrino. Se trata de averiguar si hay una causa física identificable que pueda diagnosticarse y tratarse. Deben ofrecerse a acompañarle. Varios estudios han mostrado que algunos pacientes solo recuerdan una parte de lo que les ha explicado el médico, por lo que puede ser muy eficaz que haya dos personas escuchando a lo largo de la consulta. Esto es especialmente cierto cuando el paciente tiene pérdida auditiva, lo que es frecuente en personas con acúfenos.

Si la visita al médico no tiene resultado alguno, lo cual desafortunadamente se da en muchos casos, la pareja debe adoptar una actitud constructiva que ayude al paciente a superar los trastornos de ansiedad e incluso de depresión, muy comunes en las personas que descubren que sus acúfenos no tienen solución, que deberán soportarlos toda la vida. Es conveniente que la pareja se esfuerce en informarse sobre tratamientos que pueden paliar las consecuencias negativas de los acúfenos, aunque no consistan en su eliminación, y trate de convencer al paciente para que acuda a los profesionales que pueden ayudarle. En muchos casos no es necesario convencer al paciente, ya que él mismo ha llegado a la conclusión de que debe buscar terapias que le ayuden, pero en otros casos el paciente adopta una actitud negativa, y la ayuda de la pareja en estos casos puede ser decisiva.

Algunos tratamientos pueden afectar a la pareja, como es el caso de las terapias sonoras. La pareja de un acufénico que utiliza terapia sonora para dormir puede quejarse de que interfiere su propio sueño, en tal caso deben pensar en utilizar almohadas sonoras (que tiene el emisor de sonido en el interior de la almohada) que solo oye el paciente, e incluso micrófonos con muy baja intensidad colocados debajo de la almohada. Estos aparatos se encuentran en el mercado.

En algunos casos se propone utilizar audífonos que incorporan terapia sonora (sonido blanco por ejemplo) a personas que no tienen pérdida auditiva, y es lógico que se resistan, con razón, sobre todo en los casos en los que el ruido se percibe en la cabeza. Cuando se trata de personas con acúfenos y pérdida auditiva, la pareja o el amigo pueden convencerle que los  audífonos le permitirán concentrarse más en los sonidos externos que en los acúfenos.

Algunas personas con acúfenos encuentran una ayuda en participar en grupos de autoayuda constituidos por otras personas con su mismo problema. En estos casos la oferta de la pareja para acompañarles puede ser positiva sobre todo en las reuniones iniciales.

Evitar la búsqueda incansable de remedios

Algunas personas están constantemente informándose de nuevos tratamientos que podrían ser efectivos para la pareja o para el amigo, a través de internet o recortando informaciones o publicidad de la prensa. Es natural que se sientan indefensas ante el problema e intenten encontrar una solución a toda costa. Los tratamientos que se encuentran por estas vías no son eficaces en su inmensa mayoría, aunque la información en internet o en la prensa los presente como la solución mágica al problema de los acúfenos. La información de estos tratamientos puede crear falsas expectativas y esperanzas en la persona con acúfenos, que al comprobar que no funcionan pueden ser contraproducentes para el afectado. La pareja o el amigo que quiera ayudar debe hacerlo mesuradamente y sin insistir en los tratamientos que va descubriendo.

Estos tratamientos no resisten un escrutinio científico, y en el mejor de los casos son resultado de experimentos que se encuentran en una fase inicial, de la que no se pueden deducir conclusiones consistentes, aunque el que redacta la información afirme lo contrario. Si un día aparece un tratamiento válido para un buen número de pacientes, no será necesario recurrir a internet para saberlo, ya que es una información que conocerán los profesionales en ejercicio interesados en estar informados, las asociaciones de afectados de todo el mundo y organismos gubernamentales de países que apoyan la investigación de los tratamientos de los acúfenos.

Tratar de lleva una vida lo más normal posible

Los acúfenos pueden afectar a la calidad de vida de los afectados. La pareja debe tratar de llevar una vida normalizada, sin forzarlo. Recuperar el interés por los hobbies de la persona con acúfenos constituye una ayuda, y si es creyente animarle a realizar sus prácticas religiosas puede ser beneficioso.

Paciencia

Las mejoras en la percepción de los acúfenos pueden ser un proceso lento, con muchos altibajos. Es lo normal, por lo que no hay que esperar una solución inmediata ni descorazonarse cuando no hay progresos o cuando parece que la solución no llega o se eterniza. Estos sentimientos deben transmitirse a la pareja con frecuencia.

Cuidarse uno mismo

 Para poder ayudar a otro, sea la pareja o sea un amigo, es preciso estar en buena forma, tanto psíquica como física. Es posible que una persona con acúfenos muy severos acabe afectando, sobre todo psíquicamente, a las personas de su entorno. Si este es el caso, haga un esfuerzo para superarlo, por ejemplo, olvidándose del problema periódicamente, e incluso buscando consejo profesional.