Recibimos una llamada de Ignacio, residente en La Rioja, que nos explicó que su padre que tenía acúfenos estaba siendo tratado de un cáncer de próstata, y tenía prevista una visita a su oncólogo el cual le iba a prescribir los fármacos que su padre debería tomar. Temía que le prescribieran un fármaco que agravara sus acúfenos, ya que tenían noticias de algunos fármacos empleados frecuentemente en quimioterapia, que podían ser ototóxicos.
Le explicamos que probablemente su oncólogo no supiera que su padre tenía acúfenos, ya que en los historiales clínicos habituales no suele figurar tal afección, debido a que al completarlo, normalmente no se pregunta por ello. Le dijimos que debía explicar al oncólogo que su padre tenía acúfenos, y que lo tuviera en cuenta al prescribirle los fármacos que debía tomar. Le sugerimos que le llevara una copia de nuestro Informe Acúfenos y Fármacos 2018.
Por lo que nos dice Ignacio, el oncólogo que atiende a su padre fue muy receptivo ante la sugerencia del hijo de su paciente, y le prescribió el fármaco acetato de abiraterona, indicado en el cáncer de próstata, en cuya ficha técnica aparecen algunos efectos secundarios entre los que no figuran los acúfenos y, además, no aparece en nuestro informe.
El hecho de que no aparezca en el listado que contiene nuestro informe, significa que no hay información alguna sobre su posible ototoxicidad, ni en las bases de datos farmacológicos consultadas, ni en su ficha técnica y tampoco en los informes de la European Medicines Agency, de lo que puede concluirse que el riesgo de ototoxicidad es prácticamente inexistente.
No hemos sabido si el oncólogo tuvo que decidir entre varios fármacos indicados para la referida patología, o bien si no tenía otra elección. En cualquier caso, creemos que la forma de proceder de Ignacio ha sido oportuna. Posteriormente Ignacio nos ha llamado para explicarnos que el tratamiento de su padre con acetato de abiterona no ha tenido consecuencia alguna para su acúfeno.
