La hiperacusia (Conceptos básicos y tratamiento)

Este es el Foro general de debate. Cuéntanos tu caso.
Avatar de Usuario
elizo
Colaborador del Foro
Colaborador del Foro
Mensajes: 208
Registrado: 04-08-13 22:04

Re: La hiperacusia (Conceptos básicos y tratamiento)

Mensaje por elizo »

LAGART,

Efectivamente estoy de recaída. Cometí una imprudencia muy grande y recaí. El desgaste psicologíco acumulado y la fonofobia que había desarrollado me hicieron empeorar mucho más, pero afortunadamente ya vuelvo a recuperarme.

Es imposible saber cuánto se puede tardar en recuperarse de una recaída porque depende de multitud de factores. Y de recaídas las hay muy leves o muy graves. De las más leves me he recuperado en 2 o 3 días. De las más graves puede llevarte meses. Tienen mucho que ver también con cada persona, con la severidad de su hiperacusia, con el nivel de ruido ambiente que tenga alrededor, con su estado de ánimo, con la fatiga psicologica, con la paciencia que tenga, etc.

Una de las partes más difíciles de la terapia en mi caso es la paciencia. La hiperacusia requiere unas dosis de paciencia y sacrificio enormes. Trata de no estar excesivamente pendiente del progreso y no trates de mejorar antes de lo posible. Aprende a interpretar las señales de tus oídos cuando te indican que te estás pasando de la raya, o que el volumen al que te expones está bien.

Las aplicaciones que hay disponibles para evaluar la pérdida auditiva y el umbral de tolerancia al sonido no proporcionan en absoluto datos reales porque los elementos utilizados (móvil y auriculares) no están calibrados. Sin embargo, sí pueden ser de gran utilidad si se comparan mediciones hechas con los mismos elementos.

Un saludo.
DAE Avatar
LAGART
Habitual del Foro
Habitual del Foro
Mensajes: 22
Registrado: 02-11-14 17:21

Re: La hiperacusia (Conceptos básicos y tratamiento)

Mensaje por LAGART »

Elizo
Con la aplicación del movil me refería a que hay aplicaciones que miden los db y por ejemplo cuando estoy en el exterior en algún sitio tranquilo que puedo tolerar y mido con la aplicación cuantos db marca pues veo que puedo aguantar hasta unos 55db y si intento exponerme un poco mas hasta 60 ya se me hace difícil,resumiendo que solo puedo ir sin protección algun bosque lejos del trafico o algún parque tranquilo a unas horas que no haya muchos niños gritando o perros ladrando de momento es lo que hay, espero algún día poder hacer algunas cosas mas.

SALUDOS
Avatar de Usuario
elizo
Colaborador del Foro
Colaborador del Foro
Mensajes: 208
Registrado: 04-08-13 22:04

Re: La hiperacusia (Conceptos básicos y tratamiento)

Mensaje por elizo »

LAGART,

Te había entendido mal. Entonces te refieres a un sonómetro. Según tengo entendido el que incluye el iPhone es bastante fiel a la realidad pero los de Android pues no son muy de fiar, por lo mismo, porque no están calibrados. Sea como sea, aunque te puedes hacer una idea aproximada de cuántos dB tienes en el ambiente, el mejor indicador son tus oídos. No te fíes tanto de valores numéricos, un día puedes aguantar un determinado valor, y al día siguiente, sin ningún motivo aparente, tienes dificultades para aguantar el mismo valor.

Es muy probable que consigas mejorar, la terapia sonora con ruido rosa funciona en la gran mayoría de los casos, especialmente si no tienes complicaciones adicionales a la simple hiperacusia. Pero prepárate para que el camino vaya a ser muy largo.

Mucho ánimo.
DAE Avatar
xeneize50
Habitual del Foro
Habitual del Foro
Mensajes: 21
Registrado: 13-09-12 09:44

Re: La hiperacusia (Conceptos básicos y tratamiento)

Mensaje por xeneize50 »

Elizo, te digo la verdad, tengo un poco de miedo de probar usar musica sin muesca y terminar empeorando, y tambien como puedo ir midiendo la mejoria? osea, hacer 6 meses o dos años, de terapia sin saber si estoy mejorando e empeorando me da terror.

Se puede mejorar de 50 a 90? digamos, dijiste que tuviste una recaida, pero si no la hubieras tenido en cuanto andabas y como medis eso?
supongamos que estabas en 60, si no hubieras recaido hubieras podido llegar a 70, y asi seguir aumentando hasta no recaer?
Avatar de Usuario
elizo
Colaborador del Foro
Colaborador del Foro
Mensajes: 208
Registrado: 04-08-13 22:04

Re: La hiperacusia (Conceptos básicos y tratamiento)

Mensaje por elizo »

xeneize,

Lo que te puedo contar es que muchas personas y yo mismo nos hemos recuperado escuchando música sin muesca. Tengo un montón de acúfenos, así que he estado dando palos a las frecuencias de mis acúfenos y a sus octavas sin cesar. Si la teoría de manolín fuese cierta, no solo no me habría podido recuperar de la hiperacusia, sino que habría empeorado. Y no ha sido así.

No digo que lo que él afima sea absolutamente falso porque entre otras cosas no estoy en condiciones de hacerlo, pero creo que su postulado no se debería tener en cuenta cuando ya tienes hiperacusia. Por mi experiencia, si evitas determinadas frecuencias, determinados sonidos, a lo largo del tiempo te vuelves más sensible a ellos.

Él afirma que la música con muesca es una terapia útil para tratar la hiperacusia. No sé en base a qué hace esta afirmación, yo no he conocido a nadie que se haya curado de hiperacusia severa solo con música con muesca. Y aunque le preguntes, o no contesta, o contesta con otra cosa que no tiene nada que ver con lo que le has preguntado. En cambio, sí he conocido a muchas personas que se han recuperado con ruido rosa y siguiendo escuchando música sin muesca.

Cuando se tiene hiperacusia y se habla de daño, hay que distinguir entre dos tipos de daños. Uno, el que tiene que ver con daños fisilógicos, daños neuronales en el oído interno, daños reales por decirlo de algún modo. Y el otro, el daño que te haces escuchando sonidos por encima de tu umbral de tolerancia, lo que te causa recaídas y empeora tu tolerancia al sonido. Para hacerte daño de la primera forma necesitas escuchar sonidos por encima de 85 dB. Una persona con hiperacusia o sin ella que escuche sonidos por debajo de 85 dB está completamente a salvo de hacerse daño en el oído interno. En cuanto al segundo tipo de daño, SIEMPRE te puedes recuperar. He tenido decenas de recaídas, y algunas de ellas eran tan graves que realmente creí que me había hecho un daño irreversible, pero siempre fui capaz de recuperarme.

Tu hiperacusia debe ser leve/moderada por lo que cuentas. Con esa severidad y una vez realices la terapia correctamente y hagas un uso correcto de los tapones, puedes notar mejoría en pocas semanas. Ahora bien, también te digo que con ese pánico a los sonidos que tienes es muy probable que no consigas mejorar. Tienes que tratar eso. Y una forma de hacerlo, como te dije, es que te informes todo lo que puedas sobre la enfermedad y que leas casos de otras personas. Eso te dará confianza y ayudará a despejar tu miedo. Si no consigues deshacerte del miedo, deberías considerar la posibilidad de acudir a un psicoterapeuta para tratar fobias. Con miedo no vas a llegar a ningún lado.

Se puede mejorar hasta alcanzar los 100 dB de UCL. He conocido un caso de alguien que lo ha conseguido, y partió de 30 dB de UCL. Para medir el UCL debes acudir a un audiólogo que conozca la hiperacusia y cómo realizar el test.

Cuando yo tuve la recaída calculo que mi UCL rondaría los 85 dB, pero es solo una estimación que hago en función de los sonidos que podía aguantar. Cuando estuve peor mi UCL estaba en torno a 40 dB.

La hiperacusia por trauma acústica a día de hoy no tiene cura completa, y uno, aunque llegue a un UCL de 100 dB, siempre estará en riesgo de volver a recaer. Pero teniendo siempre unos tapones en el bolsillo y con prudencia es improbable que ocurra.

Un saludo.
DAE Avatar
xeneize50
Habitual del Foro
Habitual del Foro
Mensajes: 21
Registrado: 13-09-12 09:44

Re: La hiperacusia (Conceptos básicos y tratamiento)

Mensaje por xeneize50 »

A los 19 empece con acufenos.
A los 23 con hiperacusia.
Ahora tengo 26.

Durante estos 3 años antes me molestaba primero el sonido de recital. Despues fue bajando la tolerancia.

Cosas que no tolero: un celular como un Moto G al volumen maximo, una notebook al volumen maximo, (pero por la calidad de sonido de estos, sin embargo puedo hacer sonar unos monitores de estudio con buena potencia sonora y lo siento super agradable) no tolero una frenada fuerte que produzca un chillido agudo, por ej. Pero si puedo caminar por la costanera de mi ciudad, porque ahi no pasan colectivos, solo autos todo el tiempo, es mucho el ruido, digamos, 60 db seguro pero no es agudo, y es constante, seria un intermedio entre calle y ruta.

Mi voz me hace particularmente mal, si no hablo moderado, no hace falta que grite, ni que hable bajo, tenes idea en cuantos db anda la voz humana? puedo hablar hasta un punto intermedio, me paso un poco y ya no, salvo que use una bolita infima de algodon con eso puedo hablar bastante bien.

Bueno, para clases en la universidad, cuando hablan todos si me quedo callado no pasa nada, pero si hablo con alguien de al lado tengo que acudir a usar algodon en el otro oido, porque ahi tengo que levantar bastante mi voz. Y el bullicio de 30 personas al mismo tiempo es bastante grande.

Pero nunca me molesto un portazo, ladrido de perro, pajaro.

Igualmente empeore en 3 años pase de no tener nada a tenerlo moderado.

Sin dudas, tengo que viajar a un centro en bs as, porque en mi ciudad no hay para medir el UCL y ni loco haria una terapia sin saber si estoy mejorando o no.

Ayer lei varias horas sobre el tema y algunos comentarios respecto a la hiperacusia me dejaron helado, estuve 5 horas para poder dormirme, tenso en la cama, intentando respirar hondo pero no podia, la emocion negativa estaba apoderado de mi, fue horrible.

Hoy leyendo que se puede mejorar hasta 100, me siento un poco mejor, gracias por esa respuesta, de verdad ayer al leer que un portazo te puede arruinar lo de un mes no me dejo mas que desesperanza y terror hacia el futuro, si asi estoy con 26, despues? pero bueno, despues quizas la ciencia nos cure a todos.

Aunque supongo que si alcanzas 100 debe ser muy dificil recaer, digamos, siempre algodon y tapones por las dudas, y no vayas nunca a un lugar con ruido fuerte, no puede ser tan dificil!

Asi que habias llegado a 85, es bastante, incluso estabas mejor que yo!
Podias hasta relacionarte socialmente con bullicio y aguantar el trafico sin problemas?

Que fue lo que origino que caigas a 50?

Espero pronto te recuperes y tu UCL llegue a 500000000 ;)

Un saludo elizo, suerte
Avatar de Usuario
elizo
Colaborador del Foro
Colaborador del Foro
Mensajes: 208
Registrado: 04-08-13 22:04

Re: La hiperacusia (Conceptos básicos y tratamiento)

Mensaje por elizo »

xeneize,

Muchas gracias por tus ánimos.

Los sonidos como los que reproducen altavoces pequeños como los de un móvil o un ordenador portátil, o las frenadas que chirrían, son sonidos típicos que molestan a los hiperacúsicos. Entre la lista de sonidos que molestan a las personas que sufren hiperacusia nunca faltan el ruido al manipular vajilla o los chillidos de los niños pequeños. Generalmente, las frecuencias agudas son las que más molestan a los hiperacúsicos.

Ahora bien, me sorprende que puedas estar tan tranquilo rodeado del bullicio de 30 personas y que te moleste tu propia voz. Es posible que junto a la hiperacusia tengas algún problema adicional, tal vez relacionado con el músculo tensor del tímpano o el estapedio, o tal vez tengas más dificultades con unas determinadas frecuencias, no lo sé. Es muy importante que acudas a un especialista para que te haga un diagnóstico correcto.

En una conversación normal se alcanzan entre 50 y 60 dB, aunque nuestra propia voz debe llegar aún más alto, ya que si no recuerdo mal, solo el sonido producido al tragar nos endiña 60 dB a nuestros oídos.

Cuando se tiene hiperacusia hay que trabajar en dos direcciones. Una obviamente es la de mejorar nuestra tolerancia al sonido. Y la otra es la de no empeorar. En este hilo ya he dado las medidas que puedes empezar a adoptar desde ya para no empeorar más.

¿Cómo no le va asustar a alguien saber hasta donde podría empeorar? La hiperacusia puede destrozar una vida. Pero creo que sería peor que no lo supieras y siguieras actuando como si puediras seguir haciendo lo mismo que antes de tener hiperacusia, pues eso podría hacer que llegaras a los casos más graves. De todas formas, para tranquilizarte, debes saber que aguantas sonidos bastante altos. Para que te hagas una idea, yo también tengo un Moto G, y no puedo escuchar el sonido del móvil ni al volumen más bajo.

A pesar de algunas dificultades, aún puedes llevar una vida normal. Lo estás pillando a tiempo, tienes a tu disposición una información que te va a permitir no empeorar y mejorar tu tolerancia, una información que yo no tuve en su día. El segundo otorrino que me vio me dijo que le sonaba que había unas pistas de sonido por Internet para tratar la hiperacusia, pero que no sabía decirme el nombre ni dónde encontrarlas. Y me tuve que buscar la vida. Pero aún he de agradecerle ese comentario, pues fue mejor que el primer otorrino que me vio. No supo diagnosticar la hiperacusia y me recetó nada más y nada menos que vitamina E y calor en el oído. Y por decirme eso me cobró 150€.

El ruido rosa no es nada extraño que pueda causar daño a tus oídos. Te debe preocupar lo mismo escuchar ruido rosa que escuchar olas de mar o lluvia.

Cuando alcancé esos supuestos 85 dB sentí que había recuperado mi vida. Venía de estar aislado en una pequeña habitación durante demasiado tiempo. Podía volver a usar el teléfono, hablar con alguien sin el miedo a que su voz me haga recaer, salir a la calle, entrar en una tienda a comprar algo, o pasear por una calle con tráfico intenso. Fue maravilloso, nunca había estado tan feliz, parecía otra persona. Qué gran verdad que solo valoramos lo que tenemos cuando lo perdemos.

Hay que tener en cuenta una cosa. Un UCL de 85 dB no significa que puedas aguantar sonidos de 85 dB. El UCL mide a partir de qué momento los sonidos te resultan incómodos escuchándolos durante un solo segundo. Además, se mide con tonos puros, sonidos que no te encuentras en la vida cotidiana. Si el bullicio de 30 personas son, supongamos, 85 dB, significaría que con ese UCL podrías escuchar sin tener recaída unos segundos para darte cuenta de que es un volumen peligroso y que tienes que ponerte tapones.

Por aquel entonces seguía trabajando en mejorar mi tolerancia al sonido. Iba muy bien, notaba mejoría incluso en pocos días, ya que podía dejar descansar a mis oídos el tiempo que hiciera falta. Me confié y se me ocurrió probar a ver qué tal aguantaba un pequeño concierto al aire libre de una Big Band de Jazz. Sabía que no podría aguantar mucho tiempo, solo quería estar un poco y en cuanto mis oídos se sintieran molestos me iría. Pero no calculé bien, y me expuse más de lo debido. La recaída no fue intensa, no perdí demasiado, pero me puse nervioso e impaciente y no supe recuperarme de la recaída. Hay que entender que venía de estar dos años encerrado en casa. El sufrimiento fue extremo y el simple temor de volver a repetir aquello me pudo. Y es que la hiperacusia no es solo escuchar ruido rosa, tiene un componente psicológico mucho mayor de lo que puede parecer. Y ese componente psicologíco lo subestimé.

Ahora sé, a diferencia de lo que creía, que para llegar a un UCL de 100 dB no hay que exponerse a sonidos de 100 dB. En realidad, el ruido rosa nunca debería superar los 60 dB. Estoy informándome más sobre esto, escribé aquí en breve.

Un saludo.
DAE Avatar
Bea
Usuario del Foro
Usuario del Foro
Mensajes: 1
Registrado: 30-03-16 13:29

Re: La hiperacusia (Conceptos básicos y tratamiento)

Mensaje por Bea »

elizo escribió:Para quienes se encuentran de repente con hiperacusia y están un poco perdidos, especialmente porque no han dado con un otorrino que sepa informarles adecuadamente (lo que desafortunadamente ocurre a menudo), he decidido escribir este post para aportar la información básica sobre la hiperacusia y sobre todo para proporcionar un método para tratarla. Confío en que os sea de ayuda.

Editaré este post a medida que pueda aportar más información, realizar mejoras, o correcciones.


CONCEPTOS BÁSICOS

La hiperacusia es la percepción de los sonidos como más altos de lo que realmente son, llegando a causar molestias o dolor en los oídos. Se desconoce exactamente lo que la causa, y ésta no es una enfermedad en sí misma sino que es un síntoma de lo que la causa, al igual que ocurre con los acúfenos.

Con frecuencia la hiperacusia se presenta en personas con una audición normal o incluso muy buena, al menos entre las frecuencias que se suelen medir en una audiometría tonal (de 125 Hz a 8000 Hz). No hay que confundir la hiperacusia con reclutamiento auditivo, que básicamente sería una mezcla entre hiperacusia e hipoacusia (pérdida auditiva importante).

La hiperacusia puede aparecer por diferentes motivos. El origen puede ser periférico (relacionado con el oído medio/interno), central (relacionado con algún problema en el procesamiento central del sonido en el cerebro).

La causa más habitual de hiperacusia es la de trauma acústico, ya sea por un sonido muy fuerte repentino, o por la degradación progresiva de las células ciliadas del oído interno debido a una exposición a sonidos por encima de 85 dB durante mucho tiempo.

Junto a la hiperacusia es muy frecuente que aparezcan también acúfenos. Cuando se tienen acúfenos e hiperacusia, primero se trata la hiperacusia.

El UCL (Uncomfortable Level) es el umbral de tolerancia al sonido, o umbral de "disconfort". Es un valor en dB que indica la intensidad a partir de la cual los sonidos nos resultan molestos. Cuanto más bajo es el UCL, más grave es la hiperacusia. Los valores normales del UCL en una persona sana están alrededor de 100 dB.

Existen cuatro niveles de severidad de hiperacusia en función del UCL y de cómo afecta a nuestra vida diaria. Estos niveles son: leve, moderada, severa, muy severa/crítica/grave. El UCL de ésta última categoría puede llegar a 30 dB.

La prueba para encontrar el UCL consiste en escuchar unos tonos en diferentes frecuencias e indicar en qué momento nos resultan molestos. Esta prueba debe ser realizada por un audiólogo experto que conozca los fundamentos de la hiperacusia.

En las personas que padecen hiperacusia a veces pueden aparecer de forma espontánea pitidos (acúfenos) intensos de muy corta duración, en general unos 10 segundos. Se conocen técnicamente como TST (Transient Spontaneous Tinnitus). Pueden aparecer en uno o ambos oídos, en cualquier frecuencia. Se desconocen las causas exactas de por qué se producen. Las hipótesis que se manejan son que puede ser el resultado de la muerte de una única célula ciliada, o bien de un proceso de estabilización de las células ciliadas externas. Sea como sea, no predicen un empeoramiento, no hay que darles ninguna importancia.

En el oído medio existen dos pequeños músculos que tienen relación con algunos de los síntomas que aparecen junto a la hiperacusia. Son el músculo tensor del tímpano y el músculo del estapedio. Su función es la de proteger al oído interno de sonidos intensos. La disfunción de estos músculos se conoce como el síndrome del músculo tensor del tímpano tónico (TTTS) y la mioclonia estapediana, respectivamente. Algunos de los síntomas que producen son dolor, vibración del tímpano y vértigo.

Es común que las personas con hiperacusia desarrollen algún grado de misofonía o fonofobia. Éstas son formas de hipersensibilidad al sonido de origen exclusivamente psicológico, en las que está involucrado el sistema límbico y el sistema nervioso autónomo. Se trata de aversión a los sonidos, una respuesta que produce enfado, miedo, ansiedad... y hace percibir a los sonidos más altos de lo que realmente son. La fonofobia puede verse como una forma extrema de misofonía. Si están presentes en quien padece hiperacusia, puede ser necesario tratarlas de forma independiente mediante un protocolo específico de terapia sonora, terapia psicológica, o con fármacos.

Para la hiperacusia por trauma acústico, a día de hoy, la mejor forma de tratarla es mediante terapia sonora. Todavía no existe una cura completa, pero mediante la terapia sonora nos podemos acercar lo suficiente a ella para llevar una vida normal. La terapia sonora puede ser efectiva en hiperacusia con otro origen diferente al de trauma acústico.

El sonido más recomendado para realizar la terapia sonora es el ruido rosa, un ruido de banda ancha similar al que producía la televisón analógica cuando no había ningún canal sintonizado. A algunos también les recuerda a una enorme cascada de agua. Tiene acentuadas más las frecuencias graves que las agudas. El porqué es idóneo para tratar la hiperacusia es porque estimula suavemente todo el espectro frecuencial del oído humano. Es un sonido constante sin significado que no reclama nuestra atención.

Hay otro tipo de sonidos también apropiados para la terapia sonora como los sonidos de la naturaleza (olas de mar, lluvia, corriente de agua, viento) o música sinfónica. El ruido blanco está desaconsejado para tratar la hiperacusia debido a que tiene la misma energía en todas las frecuencias, lo que supone un problema para los hiperacúsicos que, generalmente, tienen más dificultades para soportar las frecuencias agudas.

El éxito de la terapia sonora radica en la plasticidad cerebral, esto es, la capacidad del cerebro para tejer nuevas redes neuronales en función de los estímulos externos que recibe. Así pues, la terapia sonora consiste en reentrenar al cerebro para que no interprete como muy altos, intolerables y dolorosos, sonidos que no lo son para una persona sana.

El tiempo necesario para tratar la hiperacusia de forma efectiva es muy largo. Lo habitual es que sean necesarios al menos 3 meses y puede llegar a los 2 años o más. Como es lógico, el tiempo necesario va a depender principalmente de la severidad de la hiperacusia.

Las recaídas son frecuentes. Por ello, quien padece hiperacusia debe centrar sus esfuerzos no solo en mejorar su tolerancia a los sonidos, sino también en que no empeore.

Para evitar que la hiperacusia empeore es imprescindible el uso de protección auditiva (tapones o cascos) para aquellas situaciones en las que estamos rodeados de sonidos muy altos o por encima de nuestro nivel de tolerancia. Sin embargo, hay que usar la protección auditiva correctamente, pues una sobreprotección a largo plazo agrava la hiperacusia.

Existen diferentes tipos de tapones. Estos pueden ser de espuma, silicona, silicona moldeable, moldes hechos a medida, tapones con filtro, tapones para músicos... Cada tapón ofrece diferentes niveles de protección y unos son más cómodos de llevar que otros. Así pues, los tapones que hay que usar van a depender de la severidad de la hiperacusia, de la intensidad del ruido del que nos queremos proteger, de cuánto tiempo los vamos a llevar puestos, etc.

La terapia que parece dar mejores resultados con la hiperacusia es la TRT (Tinnitus Retraining Therapy), una terapia creada inicialmente para tratar los acúfenos pero que posteriormente se mostró eficaz para tratar también la hiperacusia. Sin embargo, hay pocos especialistas en el mundo que la practiquen y su coste es muy elevado. Si bien lo ideal sería ser tratado por uno de esos especialistas, para quienes no tienen acceso a ese tratamiento existe la alternativa de realizar la terapia por nuestra cuenta. Y es la que vamos a ver a continuación.


TERAPIA SONORA

Existen diferentes variantes sobre cómo realizar la terapia sonora pero son todas muy similares. En primer lugar voy a contar la que he creado yo y la que desde mi experiencia mejor ha funcionado. Sin embargo, cada caso particular y las circunstancias que lo rodean pueden hacer conveniente realizar algunas modificaciones, de modo que sentíos libres de hacerlas si lo creéis necesario, o bien probad con otras formas de realizar la terapia hasta encontrar la que mejor os funcione. Cualquier terapia sonora para tratar la hiperacusia consiste básicamente en escuchar sonido de banda ancha a un volumen y un tiempo de exposición controlados, y aumentarlos progresiva y lentamente a medida que nuestra tolerancia mejora. Es fundamental que la terapia sonora nunca nos provoque dolor.

Podéis descargar una pista de ruido rosa en formato wav aquí. Es recomendable que no la convirtáis a mp3 o a cualquier otro formato de compresión de audio con pérdida de calidad, pero si no tenéis más remedio por limitaciones de vuestro reproductor, convertidla a la máxima calidad (320 Kbps en el caso de mp3). Esto es debido a que una compresión pobre eliminará frecuencias y modificará la señal de forma que la estimulación auditiva será menos eficaz.

La terapia sonora debe escucharse con altavoces o auriculares Hi-Fi para que reproduzcan bien todo el espectro frecuencial del sonido. En el caso de los altavoces, es recomendable colocarnos entre los dos altavoces como si fueran unos auriculares, aproximadamente a 1,5 metros de distancia de los oídos. En el caso de auriculares la recomendación es que sean supraaurales abiertos para que permitan escuchar el sonido ambiente además del sonido de los auriculares.

Hay quien considera que los auriculares son más eficaces que los altavoces y viceversa. Mi opinión es que lo mejor es una combinación de los dos, si bien dependiendo de nuestra severidad y nuestro caso particular en ocasiones puede ser más conveniente uno que otro. En casos de severidad alta los auriculares pueden sonar excesivamente altos incluso al volumen mínimo que permite el reproductor, que varía en cada uno de ellos. Los auriculares parecen estimular mejor el sistema auditivo pero hay que tener cuidado con ellos si el tiempo de exposición es largo. Hay que tener también en cuenta que la diferencia de volumen entre un punto y el siguiente se percibe mucho más alta con auriculares que con altavoces.

Es recomendable escuchar el ruido rosa con ecualización plana y con el resalte de graves desactivado. Sin embargo, si notamos que determinadas frecuencias nos resultan especialmente molestas podemos probar a ajustar la ecualización.

Debemos escuchar el ruido rosa en ambos oídos, aunque la hiperacusia sea unilateral. Los dos oídos deben escuchar lo mismo, al mismo volumen. Por lo tanto, si tenemos una diferencia de pérdida auditiva significativa entre ambos oídos debemos ajustar el balance stereo del reproductor para equilibrar el volumen. Otra posibilidad es ajustar el balance modificando el archivo wav original con un editor de audio como Audacity.

Divido la terapia en dos partes, la de corta duración y la de larga duración. Ambas deben realizarse todos los días. Sea como sea, el sonido que escuchamos nunca nos debe producir dolor. Sí es posible notar algunas molestias que hay que ignorar, pues forman parte del proceso de reentrenamiento auditivo. También es normal, especialmente en la terapia de corta duración, que al finalizar la sesión los acúfenos hayan aumentado de volumen, pero bajarán en poco tiempo con el reposo adecuado.

La terapia de corta duración consiste en una sesión diaria de 10 minutos de ruido rosa. En ella nos vamos a exponer a un volumen un poco por debajo del límite de nuestra tolerancia. Esta terapia corta es especialmente útil en hiperacusia severa, ya que nos ayuda a protegernos de ruidos cotidianos que nos pueden hacer recaer, y al ser tan corta es más fácil de tolerar que la duración estándar de 30 minutos. Para hiperacusia moderada/leve el tiempo de la sesión se puede extender a 20 minutos. Hay que realizar esta terapia cuando nuestros oídos están descansados.

Lo primero de todo es encontrar el volumen con el que vamos a empezar la terapia. Para ello, buscamos un volumen alto pero que al mismo tiempo nos resulte soportable. Puede ocurrir que a los 3 minutos empecemos a notar dificultades para seguir, lo que indica que el volumen es demasiado alto. Debemos encontrar, a base de prueba y error, el volumen más alto que nos permite realizar la sesión completa de forma que al acabar nos sintamos cómodos y con la sensación de que podríamos seguir algunos minutos más.

Una vez que hemos conseguido escuchar la sesión completa con comodidad, seguimos con el mismo volumen 3 días más para asentarlo, y al cuarto día lo subimos un punto.

Si durante el transcurso de la sesión sentimos que el volumen está demasiado alto y surge en nosotros el deseo de terminar cuanto antes lo mejor es abortar la sesión, ya que tratar de completarla podría dejarnos los oídos muy sensibles y provocarnos una recaída. Al día siguiente volvemos a intentarlo tratando de estar más tiempo que el día anterior.

Durante la sesión debemos realizar alguna actividad compatible que nos mantenga distraídos, con el foco puesto en otra cosa que no sean nuestros oídos. Debemos oír el ruido rosa, pero no escucharlo. Estar contínuamente pendiente de nuestros oídos, de nuestro progreso o tener miedo a si nos vamos hacer daño, es altamente perjudicial para nuestro propósito. El miedo es capaz de convertir sonidos que no son perjudiciales en perjudiciales.

Por lo que respecta a la terapia de larga duración, la forma de proceder es análoga a la de corta duración. Si el propósito de la terapia de corta duración es el de entrenar al cerebro a soportar los sonidos más altos, el de larga duración es el de entrenar al cerebro a soportar tiempos de exposición más largos.

Se puede empezar con 30 minutos (o menos si nuestros oídos no lo aguantan) y aumentar el tiempo progresivamente hasta alcanzar 2 horas seguidas. El tiempo se puede aumentar en pasos de 5/10 minutos. El volumen debe ser el más alto que sea confortable y que veamos que podemos aguantar durante bastante tiempo. Si aparece dolor o empezamos a notar que los oídos se están volviendo más sensibles bajamos el volumen o abortamos la sesión. En caso de que esto ocurra, al día siguiente debemos seguir con el mismo tiempo hasta que se pueda soportar bien. Una vez que se alcanzan las 2 horas, se sube el volumen un punto y se vuelve a empezar con 30 minutos.


Enriquecimiento sonoro

El enriquecimiento sonoro consiste en exponer al oído a una extensa variedad de sonidos agradables y que no supongan un desafío para nuestros oídos las 24h del día, incluso mientras dormimos. Esta es una parte esencial del tratamiento de la hiperacusia que no debe ser descuidada.

El silencio prolongado es perjudicial incluso para una persona sana. La hiperacusia se trata estimulando al oído con sonido, y el silencio va justo en el sentido contrario, por lo que retrasa la recuperación. Sin embargo, no hay que tomar esta medida al pie de la letra, ya que tras una sobreexposición en ocasiones puede ser recomendable dejar descansar a los oídos en silencio durante unas horas.

Los sonidos más apropiados para el enriquecimiento sonoro son los de la naturaleza y la música. Aún así, no hay ningún problema en seguir utilizando ruido rosa para el enriquecimiento sonoro. También es recomendable exponerse al ruido ambiente de la calle si la severidad de la hiperacusia y el nivel de ruido lo permiten. En general, es bueno estimular a los oídos con todo tipo de sonidos siempre que éstos no nos provoquen aversión o miedo.

El enriquecimiento sonoro debe hacerse siempre a un volumen confortable, no importa lo bajo que éste sea. Es preferible dormir con un volumen prácticamente inaudible a dormir en silencio. Si bien, si el sonido tiene significado, como los diálogos de la TV o la música con letra, es conveniente que el volumen sea lo suficientemente alto de forma que no se fuerce al cerebro a amplificar la señal auditiva para entender ese significado.

Para sonidos de la naturaleza algunas de las opciones que podéis usar son:
-Aire Freshener (Software gratuito)
-Natura Sound Therapy
-Colección de CD's de "Echoes of Nature"



Otras variantes para realizar la terapia sonora son éstas:
-Terapia de ruido de banda ancha de la Hyperacusis Network
-Terapia sonora en campo abierto.


RECAÍDAS

Sin duda la recaída es de lejos el factor que más alarga la recuperación y más desgaste psicológico genera. Ver cómo la mejora conseguida en un mes entero de terapia se pierde por completo en solo un instante es muy difícil de digerir, sobre todo cuando esto se repite una y otra vez. Y es inevitable tener recaídas, porque sencillamente es imposible controlar durante tanto tiempo los sonidos a los que nos exponemos. Por todo ello, es muy importante saber reaccionar cuando se produce una recaída. Voy a dar algunos consejos que pueden ayudar a salir airoso.

Lo primero que hay que hacer es reposo hasta que las sensaciones de dolor, sensibilidad y acúfenos altos hayan desaparecido o bajado bastante.

Una vez que los oídos han descansado debemos exponernos al sonido empezando por el volumen más bajo, e ir subiéndolo a medida que vemos que nuestros oídos lo soportan bien. No debemos quedarnos en silencio aunque los oídos presenten molestias o fatiga. En esos casos es mejor estar expuesto a sonido confortable, ignorar esas molestias, y tener paciencia.

Cuando se produce una recaída es importante tratar de no bajar el volumen que hemos conseguido tolerar en la terapia antes de la recaída, ya que si a cada recaída que tenemos volvemos a empezar desde el principio, podemos entrar en un círculo vicioso del que no salimos nunca. Para esto puede ayudar el reducir el tiempo de duración de la terapia, aunque se quede en muy pocos minutos. Sin embargo, aún así a veces no hay más remedio que bajar el volumen, pero hemos de tratar de hacerlo lo imprescindible.

Otro punto a destacar para superar una recaída es tener la paciencia de renunciar a lo que ya habíamos conseguido tolerar, pues actuar como si la recaída no se hubiera producido puede agravar mucho nuestra hiperacusia.


ERRORES COMUNES

-Sobreprotección. Es quizá el error más común. Algunos sonidos nos molestan, nos hacen recaer y perder la mejora que tanto cuesta conseguir. Los oídos nos duelen y con silencio dejan de doler. Así que casi sin darnos cuenta empezamos a usar tapones o buscar el silencio del hogar de forma indiscriminada. Evitar de forma continuada una determinada intensidad de un sonido nos volverá más sensibles a ese sonido. La sobreprotección puede agravar la hiperacusia casi tanto como la sobreexposición. La forma de resolver este dilema es no dejar de escuchar en la medida de lo posible aquellos sonidos que nos molestan, aunque solo los escuchemos durante unos pocos segundos. Esta es una de las claves para que la hiperacusia no empeore.

-Sobreexposición. Que los sonidos por encima de nuestro nivel de tolerancia pueden agravar la hiperacusia es un hecho y por lo tanto hay que tomar medidas para protegerse de ellos mediante protección auditiva o simplemente evitando esos sonidos. No hay que dejar de escuchar los sonidos que nos molestan pero siempre hay que protegerse de los sonidos que nos provocan dolor. No debemos olvidar que también nos podemos sobreexponer con sonidos confortables al principio pero que tras un tiempo de exposición largo empiezan a ser perjudiciales. Hay que encontrar un equilibro entre protección y exposición que a menudo es difícil de conseguir, pero es necesario para reducir el tiempo de nuestra recuperación.

-Confundir molestias con dolor o algo que se está haciendo mal. El dolor es una señal del cuerpo para avisarnos de que algo va mal y por tanto para que tomemos medidas para solucionarlo. Durante el proceso de reentrenamiento auditivo es normal sentir algunas molestias que en ocasiones pueden ser confundidas como uno de esos avisos del cuerpo, lo que nos lleva a tomar medidas erróneas como evitar aún más la exposición al sonido. Esto ocurre especialmente en las personas con hiperacusia severa, ya que esas molestias pueden llegar a asustar, pero solo son eso, molestias normales que acabarán desapareciendo a medida que se mejore la tolerancia al sonido. Es normal que al principio se produzca esta confusión porque no conocemos cómo se comporta esta dolencia, pero al final se aprende a diferenciar entre uno y otro.

-Subestimar el miedo y la ansiedad. Es natural que cuanto más tiempo se lleva con hiperacusia, cuantas más recaídas se hayan producido, y cuanto peor sea la severidad de la hiperacusia, más miedo se le empieza a tener a los sonidos y más ansiedad producen. Es decir, se desarrolla misofonía o fonofobia. Es asombroso cómo el miedo puede convertir un sonido inofensivo en algo que nos suena demasiado alto e incluso nos puede hacer recaer. Y además no es fácil darse cuenta uno mismo que ha desarrollado esa forma de hipersensibilidad, pues para nosotros es natural tener una precaución extrema con los sonidos, ya que no queremos volver a recaer o sufrir dolor. Pero esta actitud es más perjudicial de lo que parece. El miedo y la ansiedad obstaculizan o bloquean la capacidad de recuperación, y por tanto es muy importante prestar atención a este punto. Hay que enfrentarse al sonido sin miedo, aunque con precaución, y hay que evitar tener una respuesta negativa hacia los sonidos que nos molestan. Los pensamientos positivos y un estado de ánimo relajado y alegre facilitan la plasticidad cerebral.

-Suspender la terapia hasta que las molestias o el dolor desaparezcan. Ciertamente tras una sobreexposición es conveniente hacer reposo para que los oídos se recuperen pero no durante más de unas pocas horas. Transcurrido ese tiempo de reposo hay que volver a exponerse a sonido, ajustando el volumen cuanto sea necesario. Esperar a que las molestias o el dolor desaparezcan por completo antes de reanudar la terapia es un error sencillamente porque puede que no desaparezcan hasta que la hiperacusia mejore.

-La impaciencia. Recuperarse de la hiperacusia es un proceso bastante largo y debemos ser pacientes y constantes. Es un proceso que lleva su ritmo y no se puede acelerar. Tratar de hacerlo acabará muy probablemente en una recaída, de modo que se conseguirá exactamente el efecto contrario que se pretendía.


CONSEJOS

-Evitar la exposición a sonidos intensos. No hay que olvidar que el poder de un sonido de hacernos daño reside en tres variables: la intensidad del sonido, el tiempo de exposición al sonido, y la frecuencia del sonido. Nos solemos fijar solo en la primera y es un error. Un volumen moderado durante un tiempo de exposición largo también puede hacer daño. Y un sonido grave o agudo puede hacer más daño que uno en frecuencias medias. A partir de 85 dB los sonidos pueden provocar daños irreversibles en el oído interno. El tiempo de exposición seguro va desde las 8 horas para 85 dB a los 8 segundos para 121 dB. En un concierto de rock se alcanzan entre 110 y 140 dB. Si es inevitable exponerse a estos niveles hay que usar protección auditiva.

-Evitar el uso de auriculares. Los auriculares tienen la particularidad de que es más difícil darnos cuenta de que el sonido que estamos enchufando a los oídos es muy alto. El sonido está muy cerca del oído y es más fácil hacerle daño. Hay que tener cuidado con el volumen y no olvidar el tiempo de exposición.

-Evitar llevar tapones muchas horas seguidas. Aparte del riesgo que tiene el abuso de protección auditiva que ya he comentado anteriormente, el llevar tapones muchas horas seguidas cada día puede hacer que los oídos empiecen a doler, aunque solo he notado esto con los tapones que bloquean totalmente el conducto auditivo. Con los tapones con filtro no ocurre.

Pero si nos encontramos en un entorno demasiado ruidoso es preferible llevar tapones durante horas a sufrir recaídas. Si es posible, podemos probar a hacer algunos descansos.

-Usar el reproductor disponible con mayor número de niveles de volumen. Algunos reproductores tienen un total de 15 niveles, otros hasta 50. Cuanto mayor número de niveles tenga el reproductor, menor será la diferencia de volumen entre un nivel y el siguiente, lo que significa que cuando nos toque subir el volumen durante la terapia sonora nos será más fácil y menos arriesgado escuchar el nuevo volumen.

-Usar intrauriculares con cascos protectores encima. Si en el lugar en el que nos encontramos se prevee que haya ruido que nos obliga a usar protección auditiva durante mucho tiempo, una solución para que nuestros oídos sigan siendo estimulados con sonido puede ser colocarnos intrauriculares, que al introducirse en el canal auditivo, permiten que nos coloquemos cascos encima y así ofrecer la protección que necesitamos.



El método para tratar la hiperacusia es sencillo pero llevarlo a la práctica puede ser bastante difícil. Requiere una alta dosis de paciencia, constancia, sacrificio y compromiso. La hiperacusia es un trastorno muy poco conocido por los profesionales de la medicina y que tiene aún muchas cuestiones sin resolver, lo que nos puede complicar aún más tener éxito en el tratamiento de nuestro caso particular. Sea como sea, no importan los obstáculos que aparezcan en nuestro camino, no debemos tirar la toalla, no debemos rendirnos nunca. Si algo no funciona, debemos probar otra cosa. Porque a pesar de todo, hay esperanza para la hiperacusia.

Si tenéis más dudas no dudéis en preguntar, os atenderé de la mejor forma que pueda.

Mucha suerte y mucho ánimo.

Un saludo.
Muchas gracias me ha servido mucho. NO hay mucha información sobre el tema.
Avatar de Usuario
elizo
Colaborador del Foro
Colaborador del Foro
Mensajes: 208
Registrado: 04-08-13 22:04

Re: La hiperacusia (Conceptos básicos y tratamiento)

Mensaje por elizo »

De nada, Bea. Cierto, se sabe poco sobre el tema y es difícil encontrar a médicos y audiólogos que tengan información suficiente para tratar a sus pacientes.

Mucha suerte.
Avatar de Usuario
elizo
Colaborador del Foro
Colaborador del Foro
Mensajes: 208
Registrado: 04-08-13 22:04

Re: La hiperacusia (Conceptos básicos y tratamiento)

Mensaje por elizo »

Edición: Encontraréis una versión actualizada y ampliada de esta información en mi blog http://operacionhyperacusis.blogspot.com

Ya he comentado en este hilo el caso de Rob, quien a falta de prestaciones por enfermedad en su país (EE.UU.) y la necesidad de seguir pagando facturas, se vio obligado a lidiar con hiperacusia muy severa teniendo que exponerse a multitud de sonidos que le causaban dolor y recaídas.

Decidido a encontrar una forma de recuperarse de esa hipersensibilidad extrema al sonido a pesar de los enormes obstáculos a los que se tenía que enfrentar, estudió la hiperacusia, leyó cuanto pudo sobre el tema, se puso en contacto con los mayores especialistas en hiperacusia del mundo, provó diferentes opciones, y finalmente, desarrolló un protocolo para tratar su hiperacusia, basado fundamentalmente en la TRT. Publicó ese protocolo en el foro de la Hyperacusis Network, foro del que él se ha convertido en uno de los maestros más importantes.

Mediante su protocolo consiguió pasar de UCLs entre 30 y 40 dB, a UCLs entre 90 y 100 dB. Considero que su método es de sumo interés ya que si bien no deja de consistir en escuchar ruido rosa e ir incrementando el volumen progresivamente, el enfoque es considerablemente distinto al método que he usado yo, principalmente porque rehusó utilizar protección auditiva. Con su permiso, lo he traducido y es el que vamos a ver a continuación.

Pero antes de empezar, aclarar que Rob escribió este mensaje hace muchos años y sin haber finalizado todavía la terapia, con lo que con toda probabilidad habrá pulido el método y habrá corregido algunos aspectos, pero no he encontrado una versión más actualizada. Aún así, he considerado que el texto era de suficiente interés como para "postearlo" aquí. Al final del mensaje haré algunos comentarios sobre ciertos aspectos que merecen especial atención.



Protocolo para la Terapia Auditiva Progresiva

He desarrollado para mí un protocolo con el ruido rosa con el que trabajo. Me alegra poder informar que el protocolo funciona. He conseguido mejorar algo mi hiperacusia y una mejora drástica con mis acúfenos.

He usado ruido rosa durante 8 meses, siguiendo un programa que he desarrollado y que llamo Terapia Auditiva Progresiva (PET, Progressive Ear Therapy), el cual está diseñado para que la terapia dure entre 18 y 24 meses. (Los usuarios del foro más antiguos saben que he optado por crear mi propio ruido rosa en lugar de usar el ruido rosa disponible a través de la Hyperacusis Network).

Discrepo con aquellos que creen que el protocolo con ruido rosa debería ser generalizado y esencialmente dejar que el paciente trabaje con ruido rosa "al volumen más alto confortable". Creo que cada uno de los hiperacúsicos sería mejor atendido usando un protocolo específico a la hora de trabajar con ruido rosa. stringplayer hace un excelente apunte arriba cuando dice que antes que un paciente pueda definitivamente decir que el ruido rosa no funciona, a uno le gustaría pensar que el paciente siguió el protocolo apropiado antes de hacer tal afirmación. Como he dicho, hasta ahora mi trabajo con ruido rosa me está ayudando a conseguir una mejor tolerancia al sonido. Pero creo encarecidamente que si no hubiera seguido el protocolo que desarrollé, el uso de ruido rosa no me ayudaría así, como mucho.
Por ejemplo, según el protocolo que usé, es mucho mejor trabajar con ruido rosa ocho horas al día, en lugar de dos horas al día. Además, se conseguirán mucho mejores resultados estando ocho horas seguidas en lugar de dividir las ocho horas en porciones durante el día/noche. He aprendido esto por mi propia experiencia trabajando con ruido rosa. En un principio, dividí las ocho horas en mi terapia y no fue tan efectivo para mí. Otra aspecto del protocolo es que se trata de una terapia a largo plazo, como ocurre con la TRT. Esto significa que es importante ajustar las propias expectativas sobre los resultados. Para ser sincero, no esperaba ver resultados tran pronto como los obtuve (alrededor de seis o siete meses una vez iniciado el programa). Debido a que estuve trabajando con anchos de banda relativamente pequeños -- más pequeño en este momento del que se usa en la TRT y mucho más pequeño que el ancho de banda que la mayoría de gente puede escuchar con el CD de ruido rosa de la Hyperacusis Network -- no pensé que empezaría a mejorar hasta pasado un año aproximadamente. No obstante, debe quedar claro que la mejora será lenta y llevará tiempo.

El protocolo para la PET también establece que es mejor trabajar con ruido rosa lo más cerca posible de los oídos en lugar de usar altavoces externos. Cuando uno escucha ruido rosa a través de altavoces, el sonido está constantemente cambiando en relación a los oídos siempre que uno se mueve. Por este motivo, he decidido usar auriculares. Otro aspecto del protocolo es que todos los elementos que intervienen en la reproducción del sonido son extremadamente importante. Al fin y al cabo, la idea es obtener tanta información como sea posible de la que se encuentra en el CD de ruido rosa. Por lo tanto, los auriculares que llevo son excepcionalmente buenos, capaces de reproducir fielmente las frecuencias altas, medias, y bajas. He probado cierto número de auriculares, y el uso de unos normales es inaceptable ya que tienden a enfatizar las frecuencias altas, dando lugar a una experiencia menos agradable, y lo más importante, no reproducen fielmente la información contenida en el CD de ruido rosa. Tal como Jastreboff escribe en su libro sobre la TRT, si el sonido emitido por los generadores de sonido portátiles* es acústicamente agradable, entonces el paciente tenderá a usar dichos generadores. Relacionado con esto está la idea de que tengo que ser capaz de escuchar todo lo que hay en mi entorno. Por lo tanto, rechacé la idea de usar auriculares cerrados. En su lugar, escogí auriculares abiertos, en los que el auricular queda plano contra la oreja y no la recubre**.

Como parte del proceso de audición decidí no trabajar con archivos MP3. Por su propia naturaleza, un archivo MP3 (el cuál está comprimido), descarta una gran cantidad de información de la fuente original (en este caso del archivo que contiene el ruido rosa). Sin embargo, pasear ocho horas al día con ese tipo de auriculares en la cabeza es poco práctico. Aunque no tengo ningún problema en llevarlos y veo que apenas me doy cuenta del ruido rosa y los auriculares, estoy explorando la idea de usar un iPod y una serie de archivos .WAV o .APII no comprimidos. Otra pequeña posibilidad es usar el formato Apple Lossless (El codificador Apple Lossless realiza algún tipo de compresión). Por ahora, el uso de auriculares de calidad de estudio enchufado a un Discman Sony funciona bien, y me permite moverme sin problemas, lo cual es otro de los fundamentos de mi protocolo. Es importante que podamos realizar nuestras actividades cotidianas, mantener conversaciones, escuchar música, ver la televisión, hacer tu trabajo. Este es también otro de los principios de la TRT.

He oído decir a muchos usuarios que han usado ruido rosa o la TRT que la terapia no es fácil, que puede ser incómoda, que la hipersensibilidad se puede reagudizar o que puede provocar recaídas, y que es importante aceptar y soportar el dolor. No voy a discutir las experiencias que hayan podido tener en ese sentido. Pero pienso que es ridículo afirmar para este régimen que es lo mejor que los hiperacúsicos y las personas con acúfenos puede esperar. Otra parte de mi protocolo es que uno puede restablecer la tolerancia al sonido usando un tratamiento sin dolor y libre de recaídas. Esa ha sido mi experiencia hasta ahora. Con una pequeña excepción, no he tenido ni una sola recaída desde que trabajo con el ruido rosa que he creado en el estudio de grabación. El único día que sí tuve una pequeña recaída fue cuando puse el volumen más alto de lo habitual. Haciendo eso, estaba en conformidad con la descripción del protocolo con ruido rosa que el Dr. Jack Vernon ha desarrollado. Ese día en particular, escuché el ruido rosa con un volumen más alto de acuerdo al protocolo de Vernon, en el que aconseja a los hiperacúsicos "escuchar [sic] ruido rosa al volumen más alto confortable..." (De hecho, Vernon va mucho más allá al aconsejar a los hiperacúsicos que "...ajusten el volumen desde cero hacia arriba hasta acercarse al nivel de incomodidad, luego reducir el volumen ligeramente y usar ese volumen"). Siete horas después me di cuenta de que mi tolerancia se había colapsado. Al día siguiente continué trabajando con ruido rosa de acuerdo al protocolo que he desarrollado y estuve bien otra vez.

Otro de los principios de mi protocolo, por lo tanto, es que si algo es incómodo, duele, o causa una recaída, hay que dejar de hacerlo. ¿Por qué lo veo así? Porque tengo hiperacusia reactiva -- el tipo de hiperacusia más difícil de tratar exitosamente según el Dr. Jastreboff. Como hiperacúsico reactivo, puedo deciros que una vez que tenía una recaída, si continuaba con el mismo comportamiento que causó la recaída, agravaba la recaída de forma considerable. Sé esto porque lo he probado de ambas formas. La única forma en la que he sido capaz de recuperarme cuando he tenido una recaída es dejando descansar a los oídos y, como poco, abandonar el comportamiento que causó la recaída. Creo rotundamente que lo mismo se puede aplicar a la gente con los llamados acúfenos reactivos -- un término que parece haber nacido en Internet, pero que también parece ser descriptivo de las experiencias de algunas personas.

Uno razonablemente podría preguntar, "¿Pero estás ampliando los límites de tolerancia trabajando de esta forma?". Creo que sí. Creo que puedo ampliar los límites en términos de ancho del banda al cual expongo mis oídos mientras que al mismo tiempo no tengo dolor. Creo que es extremadamente importante ampliar los límites, pero cuando un hiperacúsico reactivo siente dolor o, peor aún, ha tenido una recaída, continuar trabajando con lo mismo que originó el dolor es exactamente lo que no hay que hacer. Sobre esto, estoy en desacuerdo con Dan que escribe "Si notas que en algún momento tienes una recaída no te preocupes. Es probable que tus oídos simplemente se están familiarizando con el ruido rosa [sic]". He aprendido desde mi experienca -- y aquí solo puedo hablar de mi propia experiencia con la hiperacusia, que una vez he tenido una recaída tengo que cambiar mi comportamiento. Sé que esto es cierto en mi caso porque en diferentes ocasiones he probado a ignorar el dolor para darme cuenta luego que la severidad de la recaída se ha incrementado. No sé si esto es cierto para otros hiperacúsicos, pero es descriptivo de mi experiencia, y tengo la sensación de que no soy el único.

La parte más importante del protocolo PET implica el aspecto progresivo del ruido rosa con el que trabajo. En este sentido, estoy haciendo algo que no se había probado antes en ningún tratamiento para hiperacusia o acúfenos.

Hace ocho meses empecé a trabajar con un ancho de banda de ruido rosa reducido. (Antes de eso, me llevó algo de tiempo poder escuchar ruido rosa hasta ocho horas al día. Para mí la terapia no empezó hasta que alcancé ocho horas al día). Escogí un ancho de banda que fuera confortable para mí, y procedí a usarlo durante tres meses. Durante el primer mes, mantuve el volumen extremadamente bajo. [...] Durante el segundo mes, subí el volumen un poquito más. En el tercer mes, subí el volumen aún más. En términos de volumen, rechacé el protocolo de Jack Vernon, y en su lugar usé la idea de Jastreboff que me escribió en un e-mail. La idea no podría ser más sencilla: El volumen nunca debería ser tan alto como para que no puedas escuchar nada más. Deberías ser capaz de mantener una conversación, escuchar música, ver la televisión, y demás. (De hecho, he escuchado ruido rosa mientras trabajaba minuciosamente en el estudio en un disco que estoy produciendo).

Otra parte de mi protocolo es idéntica a la que se usa en la TRT para ajustar el volumen en la TRT: "ajústalo y olvídate".

Cada tres meses, expando el ancho de banda frecuencial. De esta forma, desafío a mis oídos a acomodarse al nuevo ruido rosa. Dentro de un mes, si todo va bien, empiezo a trabajar con el ancho de banda cuyo límite en los agudos es bastante cercano al que se usa en los generadores de sonido de la TRT. Por cuestiones de diseño, el ancho de banda que uso es más fácil de oír que el utilizado en la TRT. Eso es debido a que los generadores de sonido están limitados en cuanto a cuán bajo puede ser el límite de frecuencias graves. Puedo crear ruido rosa que usa un límite de frecuencias graves más profundo que el que se usa en los generadores de sonido, lo que hace más fácil su escucha.

La naturaleza progresiva de lo que estoy haciendo se puede asemejar al entrenamiento progresivo con peso o los ataques de alergia. La idea es que uno no entra en un gimnasio y trabaja en la press de pecho con 250 libras el primer día de entrenamiento. Trabajas gradualmente incrementando el peso. De hecho, empiezas con un peso fácil de levantar. Lo mismo se puede decir con los ataques de alergia. Si en el primer ataque de alergia de un paciente contiene un montón de alergenos, él o ella tendría una terrible reacción alérgica. Mientras que exponiéndose a una cantidad de alergenos muy pequeña a la que se es alérgico, en extremadamente pequeñas dosis que gradualmente y consistentemente se incrementan a lo largo del tiempo, los pacientes desarrollan una tolerancia al alergeno. Considera, por ejemplo, que una reacción alérgica a un ataque alérgico es negativa. Como resultado, el paciente es sometido a una dosis más pequeña la próxima vez hasta que él/ella pueda tolerar los alergenos. La idea es evitar una reacción, y creo que la misma dinámica es cierta para quienes padecen hiperacusia y acúfenos y trabajan con ruido de banda ancha.

Si hubiera empeazado a trabajar con un ancho de banda similar al usado en la TRT, podría haber tenido serias dificultades para tolerar el sonido. Podría haberme causado una recaída -- como me ocurrió con el CD de la Hyperacusis Network -- y no habría llegado a ninguna parte. En lugar de esto, a través de ascensos graduales, cuando empiece a trabajar con el límite frecuencial en agudos usado en la TRT, me será más fácil acomodarme porque el límite frecuencial usado previamente era relativamente próximo al nuevo. De esta forma, es similar a trabajar con 225 libras antes de intentarlo con 250 libras. Sería mucho más difícil empezar desde el principio con 250 libras, y mucho más fácil hacerlo cuando la distancia que hay que recorrer no es tan grande.

Creo que el ruido rosa funciona en algún grado para todos los hiperacúsicos. También creo que el potencial del ruido rosa se puede aplicar a algunas personas con acúfenos de la misma forma que el ruido de banda ancha se usa en la TRT y es efectivo para muchas personas que tienen acúfenos. Estas son declaraciones osadas, pero permitidme moderarlas. De ningún modo creo que el CD de ruido rosa usado en la Hyperacusis Network funciona para todos los hiperacúsicos. El CD de ruido rosa de la red es una obra imperfecta, e hice saber mis preocupaciones al respecto en una carta dirigida a Jack Vernon, a sugerencia de stringplayer, el año pasado. Estoy pensando en publicar en el foro un fragmento de la carta que resume mis preocupaciones y las razones que tengo. Mi esperanza es que nadie responda diciendo algo tipo "Respetuosamente estoy en desacuerdo con tus resultados" sin argumentar estas ideas con un analisis real de la información digital del CD interpretada por los diferentes tipos de equipos usados para hacer tal análisis. También confío en que nadie dirá nada tipo "Deja de asustar a la gente con el ruido rosa".

Nadie en este foro es mayor fan que yo del ruido rosa, y lo que estoy intentando hacer es mejorar sobre donde nos encontramos ahora de manera que más hiperacúsicos y gente con acúfenos puedan recibir ayuda. Cuando aceptamos el status quo, no vamos a ninguna parte. No es sino desafiando y yendo más allá de lo establecido, y haciéndose las preguntas adecuadas, como realmente progresamos. Dan cree que el ruido rosa no funcionará para todos. Yo lo diría de otra manera. Desde mi punto de vista, el ruido rosa ofrecido por la Hyperacusis Network no funcionará para todos. Eso no significa que la gente no deba intentarlo de verdad. Creo que el ruido rosa ofrecido por la red puede ser de gran ayuda para algunos, inútil para otros, y potencialmente dañino para algunos. También creo que el protocolo para usar el ruido rosa de Jack Vernon sirve de ayuda para algunos, pero no es aconsejable para otros hiperacúsicos.

Otra área que me gustaría explorar implica el perfeccionamiento del uso de anchos de banda de frecuencias progresivos para adaptarse de la mejor forma posible a las limitaciones de cada hiperacúsico. Desconozco si existe un test en el que uno pueda determinar las frecuencias en las que un hiperacúsico empieza a sentir incomodidad. Tal vez hay un método, o se puede desarrollar uno en el que los LDLs*** están asociados a una determinada frecuencia. Sé con certeza que si alguien tiene hiperacusia leve y su tolerancia al sonido es mayor que la mía, le recomendaría que empezara con un ancho de banda más ambicioso que el que usé yo. Pero lo que estoy sugiriendo es mucho más específico que eso. Hay un sinfín de anchos de banda frecuenciales que se podrían crear con el equipo y conocimiento apropiado. ¿No sería posible asociar a los resultados concretos de un paciente un determinado ancho de banda de manera que la persona usara un ruido rosa especialmente diseñado para él/ella?

Mi opinión es que se podría desarrollar un programa de trabajo con anchos de banda progresivos para cada hiperacúsico dependiendo de sus limitaciones particulares. Mientras el protocolo sería el mismo para todos los hiperacúsicos y acufénicos, los anchos de banda específicos usados para el ruido rosa de cada paciente serían ajustados a sus necesidades particulares. [...]

Rob


* En inglés, WSG (Wearable Sound Generator), son dispositivos parecidos a los audífonos que reproducen sonido de banda ancha como ruido rosa o blanco.
** El autor se refiere a auriculares supraaurales abiertos.
*** Loudness Discomfort Level. Un test equivalente al UCL.

Este mensaje fue publicado el 02/05/2005. Podéis ver el post original aquí: http://www.chat-hyperacusis.net/post/a- ... pet-954319




Voy a comentar algunos puntos sobre el texto de Rob que creo que conviene destacar y profundizar sobre ellos.

Rob habla de dos formas de establecer el volumen a la hora de realizar la terapia sonora. Una, la que defiende el Dr. Jack Vernon (y que es la que he usado yo en mi método) y otra la del Dr. Jastreboff, que consiste en utilizar volúmenes muy bajos. Ambas tienen sus ventajas y sus inconvenientes.

Usar el volumen más alto confortable e incrementarlo cada 3 días o una semana, es un método que si se hace cuidadosamente puede permitir recuperarse de la hiperacusia mucho más rápido que el usar volúmenes muy bajos e incrementarlos cada mes. Quiero recordar que una vez que descubrí que ante las recaídas había que tratar de seguir escuchando lo que se había conseguido tolerar, ignorando las molestias, y no volver a empezar, conseguí pasar de no poder ver la TV ni al volumen más bajo a pasear por una calle con tráfico intenso en unos 3 meses. Mientras que Rob no vio ninguna mejora en los primeros 6 meses de terapia. Aunque también es imprescindible aclarar que mi mejora en absoluto habría podido ser tan rápida de no haber podido estar aislado en casa, llevando un control extremo sobre los sonidos a los que me exponía.

Ahora bien, también pienso que la forma de ajustar el volumen que defiende Vernon puede ser inviable en algunos casos. Esto es debido a que el volumen al que se escucha el ruido rosa está cerca del límite de tolerancia, lo que supone serias dificultades cuando los oídos han sufrido una sobreexposición. Y no tomando las precauciones adecuadas puede acabar agravando los síntomas de dolor y tolerancia al sonido. Por el contrario, usando volúmenes muy bajos podríamos hacer frente a casi cualquier situación en la que se encuentren nuestros oídos. En este sentido, es una forma más segura de realizar la terapia.

Hay algo enormemente interesante en el método propuesto por Rob. A pesar de lo que escribió en la descripción de su protocolo, que suena contradictorio, Rob consiguió mejorar con un umbral de tolerancia extremadamente bajo sin protegerse de los sonidos cotidianos que le causaban dolor y recaídas. Ante las dudas he preguntado a Rob directamente sobre esto y me ha confirmado que así fue. Así pues, solo usó protección auditiva en casos muy excepcionales, y no dejó de salir a la calle, mantener conversaciones, escuchar ladridos de perros, a críos chillando, o los pitidos que hace una impresora, todo ello sin tapones. Esta actitud le causó dolor y recaídas importantes pero con el paso del tiempo cada vez menos sonidos le dolían o le hacían recaer. Rob considera esta medida como fundamental para restablecer la tolerancia normal a los sonidos, de ahí que considere imprescindible el uso de auriculares abiertos para que siga llegando el sonido ambiente a los oídos. Llega a calificar de inútil escuchar ruido rosa en una habitación silenciosa (aunque creo que en este punto está equivocado, pues yo me recuperé en una habitación silenciosa).

Lo que podemos extraer de todo esto es sumamente importante. A diferencia de lo que llegué a pensar enérgicamente por mi propia experiencia, el caso de Rob y de otras personas demuestra que es posible recuperarse de la hiperacusia aunque se esté exponiendo a los oídos a sonidos por encima del umbral de tolerancia contínuamente. Esto supone una gran esperanza para muchas personas que pueden verse en su situación y llegar a creer que no podrán recuperarse nunca mientras no se protegan de los ruidos que causan molestias o dolor.

Otro aspecto que conviene comentar es el del volumen máximo utilizado con el ruido rosa. Según el Dr. Jastreboff, no se debería usar un volumen (con auriculares abiertos o generadores de sonido) que suponga alguna dificultad para mantener una conversación. Esto en la práctica se traduce en que el ruido rosa no debería superar nunca los 60 dB. Puede sorprender que, a pesar de fijar el volumen máximo de ruido rosa a 60 dB, se pueda restablecer la tolerancia al sonido hasta alcanazar UCLs de 100 dB. Mi opinión sobre esto es que para que el oído llegue a dar un UCL de 100 dB, en algún momento hay que exponer a los oídos a esa intensidad, aunque sea en tiempos de exposición muy cortos. Y con el método de Rob eso se conseguiría exponiéndose a los sonidos cotidianos del día a día y limitando mucho el uso de protección auditiva. No en vano, como ya hemos visto, eso es algo que para él es imprescindible para restablecer la tolerancia normal al sonido.

Otro punto más a destacar del protocolo de Rob es el relacionado con el ancho de banda del ruido rosa utilizado. Tanto el CD de la Hyperacusis Network como el ruido rosa que pongo a vuestra disposición al principio de este hilo, tienen un ancho de banda de 1 a 22.050 Hz, lo que asegura estimular todo el espectro frecuencial audible del ser humano. Sin embargo, Rob no pudo tolerar este margen tan grande y tuvo que reducir el límite frecuencial en agudos hasta 3.000 Hz, lo que significa que en un principio solo podía tolerar un ancho de banda muy reducido. Aunque no me he encontrado muchos casos con esta limitación, está bien que sepáis que os podríais encontrar con este problema, y saber cómo solventarlo.

A mi modo de ver, la terapia de Rob es la más apropiada en aquellos casos en las que las personas con hiperacusia están sometidas a niveles de ruido constantes por encima de su nivel de tolerancia y que por algún motivo no pueden usar protección auditiva o evitar ese nivel de exposición. Está muy bien saber que aún en estos casos hay esperanza y es posible restablecer el nivel normal de tolerancia al sonido, pero lidiar con el dolor que causa la exposición a sonidos intolerables no es nada fácil. En mi opinión, el enfoque de exponerse a sonidos cotidianos como si no pasara nada no es ni el más eficaz ni el más eficiente. Para mí, la clave es exponerse a sonidos cotidianos pero manteniendo un control constante sobre el tiempo de exposición a esos sonidos, mediante protección auditiva o simplemente evitando entornos demasiado ruidosos para nosotros (teniendo siempre cuidado de no caer en la sobreprotección), y relajar ese control a medida que nuestra tolerancia al sonido mejore. Es cierto que esto a menudo puede ser muy complicado de llevar a la práctica, pero por experiencia propia puedo decir que permitirá una recuperación mucho más rápida, y desde luego, mucho menos dolorosa.

Saludos.
Última edición por elizo el 21-06-16 20:42, editado 2 veces en total.
Responder