Acúfenos: 8 ayudas para los zumbidos en los oídos.
Publicado: 21-05-22 15:20
Por qué pitan los oídos y que se puede hacer
En términos generales, suelen ser varios los factores que confluyen en el tinnitus o que lo originan: las patologías del oído interno (daños cocleares, laberínticos…), las alteraciones en el sistema nervioso central, los trastornos en la articulación temporomandibular, los problemas cervicales e, incluso, los problemas de carácter emocional.
De ahí que la mayoría de los profesionales apuesten por un abordaje multidisciplinar del mismo. Josep Ribas, psicólogo experto en psicoacúfenos, asegura que el éxito del tratamiento reside en el trabajo conjunto que realicemos en cuatro áreas:
Auditiva: acudiendo a un otorrinolaringólogo que consiga detectar posibles lesiones físicas.
Bioquímica: con la toma de medicación (prescrita por un psiquiatra).
Mecánica: con la ayuda de un fisioterapeuta o de un dentista maxilofacial que compruebe si existe algún desajuste mandibular o cervical.
Emocional: se trabajan los sentimientos implicados en la aparición y desarrollo de estos sonidos.
El estrés, un desencadenador del acúfeno
También es importante averiguar qué situaciones lo activan. A todos nos afectan de un modo u otro el estrés, la ansiedad y el agotamiento, tanto el físico como el mental. Pues bien, todos ellos presentan una relación directa de causa y efecto tanto en el surgimiento de los acúfenos como en su tratamiento y pronóstico.
Cuando experimentamos tensión emocional de forma sostenida en el tiempo, los vasos sanguíneos de nuestros oídos pueden estrecharse y ejercer una influencia negativa en la concentración de nutrientes.
Si las células del oído interno no están bien alimentadas, no pueden realizar sus funciones metabólicas adecuadamente y sufren riesgo de lesión.
Terapias y técnicas eficaces contra los acúfenos
Como primer paso en el tratamiento del tinnitus, resulta imprescindible que la persona tenga reguladas sus necesidades básicas; es decir, comer, dormir, estimulación variada, un mínimo de ejercicio físico y relajación.
Además, según José Boronat, presidente de la APAT, parte de la solución reside en lograr una reestructuración cognitiva del problema, de tal forma que la persona lo entienda y, con la ayuda de un psicólogo experto, aprenda a llevar el acúfeno al subconsciente. De este modo, el sonido no será percibido durante gran parte del tiempo y, si se percibe, no resultará agresivo.
Entre las técnicas más utilizadas, podemos destacar las siguientes:
1. CAMBIAR DE PENSAMIENTO
Una de las técnicas más importantes empleadas en la actualidad es el cambio de pensamiento. Consiste en detectar ciertas interpretaciones que provocan emociones extremadamente intensas, difíciles de manejar y, gracias al empleo de un lenguaje menos negativo, el afectado se centra más en lo que sí puede hacer.
2. ACEPTACIÓN Y COMPROMISO
En los últimos años se han desarrollado también terapias de tercera generación como la de Aceptación y Compromiso (ACT) y el mindfulness. En estos casos, a diferencia de lo que ocurre en las terapias más clásicas, como la cognitivo-conductual, no se pretende cambiar el contenido de nuestros pensamientos, sino relacionarnos con nuestros pensamientos de un modo más natural, aclara la psicóloga sanitaria Cinthya González.
Concretamente, la ACT busca mejorar la situación del paciente mediante la aceptación de la realidad sin enfrentarse a ella, sin reaccionar negativamente ante los cambios, libre de todo juicio y adquiriendo un compromiso con las emociones y pensamientos que aparecen.
3. MINDFULNESS
El mindfulness, por su parte, implica prestar atención plena y consciente en el momento presente, poniendo en ello los cinco sentidos. La persona aprende a centrar su atención, aumenta su nivel de relajación y, por tanto, el tiempo de desenganche del acúfeno.
Tratar de saborear agradables acciones cotidianas (por ejemplo, la ducha, el aire fresco de la mañana, un vaso de agua, el primer sorbo de té), al tiempo que observamos la reacción corporal y emocional que nos provocan, nos invita a ser conscientes por completo del momento.
4. ELECTROESTIMULACIÓN
En aquellos casos en los que existe algún tipo de alteración en la estructura del oído interno, la electroestimulación coclear mastoidea se presenta como una opción bastante factible.
El doctor Gonzalo Martínez-Monche, pionero en la aplicación de esta terapia en nuestro país, explica que, mediante radiofrecuencias, se consigue regenerar las células dañadas y, en un 60% de los casos tratados, el acúfeno disminuye o, incluso, desaparece.
5. MEDICINA TRADICIONAL CHINA
En el tratamiento de los acúfenos con medicina tradicional china, los síntomas del oído se vinculan con el sistema renal. Los riñones almacenan nuestra energía ancestral, esa que recibimos de nuestros padres en el momento de la gestación, pero se va debilitando conforme nos hacemos mayores.
La acupuntura y la moxibustión (con jengibre) ayudan en el tratamiento de acúfenos relacionados con trastornos cervicales.
6. TERAPIAS MANUALES
La osteopatía y la quiropráctica también pueden ser muy útiles para desbloquear la zona cervical y mejorar el flujo sanguíneo en la parte superior del cuerpo.
7. RELAJACIÓN
El yoga y distintas técnicas de relajación profunda pueden ayudarnos a evitar la tensión muscular y mejorar los síntomas.
Igualmente, un descanso adecuado y la práctica de taichí y chikung para llevar la energía hacia la parte superior del organismo, también pueden ayudar.
8. CULTIVAR UNA ACTITUD POSITIVA
Las preocupaciones, anticipaciones, rumiaciones y pensamientos negativos que generamos a lo largo del día incrementan esta inquietud psicológica.; de hecho, cuando mejoramos la calidad de nuestros pensamientos, se dan cambios automáticos sobre la percepción del acúfeno.
Si nuestro estado emocional es positivo, nos resulta mucho más fácil no centrar toda la atención en el sonido y somos capaces de interpretarlo de forma menos catastrófica y dramática.
En términos generales, suelen ser varios los factores que confluyen en el tinnitus o que lo originan: las patologías del oído interno (daños cocleares, laberínticos…), las alteraciones en el sistema nervioso central, los trastornos en la articulación temporomandibular, los problemas cervicales e, incluso, los problemas de carácter emocional.
De ahí que la mayoría de los profesionales apuesten por un abordaje multidisciplinar del mismo. Josep Ribas, psicólogo experto en psicoacúfenos, asegura que el éxito del tratamiento reside en el trabajo conjunto que realicemos en cuatro áreas:
Auditiva: acudiendo a un otorrinolaringólogo que consiga detectar posibles lesiones físicas.
Bioquímica: con la toma de medicación (prescrita por un psiquiatra).
Mecánica: con la ayuda de un fisioterapeuta o de un dentista maxilofacial que compruebe si existe algún desajuste mandibular o cervical.
Emocional: se trabajan los sentimientos implicados en la aparición y desarrollo de estos sonidos.
El estrés, un desencadenador del acúfeno
También es importante averiguar qué situaciones lo activan. A todos nos afectan de un modo u otro el estrés, la ansiedad y el agotamiento, tanto el físico como el mental. Pues bien, todos ellos presentan una relación directa de causa y efecto tanto en el surgimiento de los acúfenos como en su tratamiento y pronóstico.
Cuando experimentamos tensión emocional de forma sostenida en el tiempo, los vasos sanguíneos de nuestros oídos pueden estrecharse y ejercer una influencia negativa en la concentración de nutrientes.
Si las células del oído interno no están bien alimentadas, no pueden realizar sus funciones metabólicas adecuadamente y sufren riesgo de lesión.
Terapias y técnicas eficaces contra los acúfenos
Como primer paso en el tratamiento del tinnitus, resulta imprescindible que la persona tenga reguladas sus necesidades básicas; es decir, comer, dormir, estimulación variada, un mínimo de ejercicio físico y relajación.
Además, según José Boronat, presidente de la APAT, parte de la solución reside en lograr una reestructuración cognitiva del problema, de tal forma que la persona lo entienda y, con la ayuda de un psicólogo experto, aprenda a llevar el acúfeno al subconsciente. De este modo, el sonido no será percibido durante gran parte del tiempo y, si se percibe, no resultará agresivo.
Entre las técnicas más utilizadas, podemos destacar las siguientes:
1. CAMBIAR DE PENSAMIENTO
Una de las técnicas más importantes empleadas en la actualidad es el cambio de pensamiento. Consiste en detectar ciertas interpretaciones que provocan emociones extremadamente intensas, difíciles de manejar y, gracias al empleo de un lenguaje menos negativo, el afectado se centra más en lo que sí puede hacer.
2. ACEPTACIÓN Y COMPROMISO
En los últimos años se han desarrollado también terapias de tercera generación como la de Aceptación y Compromiso (ACT) y el mindfulness. En estos casos, a diferencia de lo que ocurre en las terapias más clásicas, como la cognitivo-conductual, no se pretende cambiar el contenido de nuestros pensamientos, sino relacionarnos con nuestros pensamientos de un modo más natural, aclara la psicóloga sanitaria Cinthya González.
Concretamente, la ACT busca mejorar la situación del paciente mediante la aceptación de la realidad sin enfrentarse a ella, sin reaccionar negativamente ante los cambios, libre de todo juicio y adquiriendo un compromiso con las emociones y pensamientos que aparecen.
3. MINDFULNESS
El mindfulness, por su parte, implica prestar atención plena y consciente en el momento presente, poniendo en ello los cinco sentidos. La persona aprende a centrar su atención, aumenta su nivel de relajación y, por tanto, el tiempo de desenganche del acúfeno.
Tratar de saborear agradables acciones cotidianas (por ejemplo, la ducha, el aire fresco de la mañana, un vaso de agua, el primer sorbo de té), al tiempo que observamos la reacción corporal y emocional que nos provocan, nos invita a ser conscientes por completo del momento.
4. ELECTROESTIMULACIÓN
En aquellos casos en los que existe algún tipo de alteración en la estructura del oído interno, la electroestimulación coclear mastoidea se presenta como una opción bastante factible.
El doctor Gonzalo Martínez-Monche, pionero en la aplicación de esta terapia en nuestro país, explica que, mediante radiofrecuencias, se consigue regenerar las células dañadas y, en un 60% de los casos tratados, el acúfeno disminuye o, incluso, desaparece.
5. MEDICINA TRADICIONAL CHINA
En el tratamiento de los acúfenos con medicina tradicional china, los síntomas del oído se vinculan con el sistema renal. Los riñones almacenan nuestra energía ancestral, esa que recibimos de nuestros padres en el momento de la gestación, pero se va debilitando conforme nos hacemos mayores.
La acupuntura y la moxibustión (con jengibre) ayudan en el tratamiento de acúfenos relacionados con trastornos cervicales.
6. TERAPIAS MANUALES
La osteopatía y la quiropráctica también pueden ser muy útiles para desbloquear la zona cervical y mejorar el flujo sanguíneo en la parte superior del cuerpo.
7. RELAJACIÓN
El yoga y distintas técnicas de relajación profunda pueden ayudarnos a evitar la tensión muscular y mejorar los síntomas.
Igualmente, un descanso adecuado y la práctica de taichí y chikung para llevar la energía hacia la parte superior del organismo, también pueden ayudar.
8. CULTIVAR UNA ACTITUD POSITIVA
Las preocupaciones, anticipaciones, rumiaciones y pensamientos negativos que generamos a lo largo del día incrementan esta inquietud psicológica.; de hecho, cuando mejoramos la calidad de nuestros pensamientos, se dan cambios automáticos sobre la percepción del acúfeno.
Si nuestro estado emocional es positivo, nos resulta mucho más fácil no centrar toda la atención en el sonido y somos capaces de interpretarlo de forma menos catastrófica y dramática.