Nueces del Brasil - selenio
Publicado: 13-06-21 19:11
Hola a todos.
Os pongo brevemente en antecedentes:
Tengo acúfenos (dos tonos puros 1680 y 715 HZ oído dcho, uno oído izq que va variando según época y aparece o desaparece, y uno tipo shh muy agudo bilateral) con hiperacusia, desde hace más de tres años. Aparecieron por una tormenta perfecta de circunstancias desfavorables (déficit de vitamina B, exposición bestial al sonido de un ensayo, llamada por móvil de dos horas con pabellón auricular a temperatura apta para freir un huevo, estrés).
Desde entonces, como todos, he ido informándome y probando casi de todo. La lectura de este foro ha sido una de las fuentes que más me ha aportado, tanto en información como anímicamente. Llegué a tener mi cuenta, pero no fui muy activo, y ya no la recuerdo. He creado otra.
He tenido altibajos, pero he llegado a conseguir un par de periodos largos, del orden de un año cada vez, en los que los acúfenos, que los primeros 6 meses me resultaron insoportables y me llevaron a lugares muy oscuros, quedaron en un lugar marginal, y pude hacer mi vida sin que me inhabilitasen lo más mínimo, aunque con ayuda: tomo lorazepam para dormir y me pongo banda sonora (normalmente lluvia).
Hace un mes, mi fisio se puso tibetano y, a pesar de conocer mis problemas con el sonido, decidió conveniente para mi equilibrio espiritual hacer sonar un enorme cuenco sobre mi barriga antes de mi protesta, y un diapasón enorme que percutió a 15 cm de mi oído sin avisar después de ella, devolviéndome mis acúfenos al estado original del momento en el que surgieron. Encima me llamó tío raro, por ocurrirme eso! Supongo que conocéis el grado de incomprensión a que me refiero.
El caso es que el último mes ha sido muy difícil y he llegado a venirme muy muy abajo, porque siempre he sido prudente y he protegido adecuadamente mis oídos, he tomado mi Vit.B, mi Zinc, mi magnesio.. lo habitual, además de realizar pacientemente varias terapias sonoras, entre ellas las del admirado compañero Otin. Las de inhibición residual (como he sido músico, las he podido adaptar a mi frecuencia exacta) y la terapia SOL son las que mejor resultado me han dado.
Sin embargo,tras un mes muy mal,como os decía, hace tres días, ante la insistencia de mis amigos para reunirnos a celebrar un cumpleaños, decidí acudir siquiera cinco minutos para saludar, con mis taponcitos, claro. Me quedé dos horas y no noté interferencia señalable de mis acúfenos. Ya sabemos que la componente emocional es fundamental, y supuse que esa mejora tan notable correspondería sobre todo, a la alegría de ver a mis amigos, ahora que estamos tan solitarios todos. Pero al llegar a casa quise indagar algo más, por si hubiese alguna otra novedad que pudiera estar detrás de esa mejora. Y vi la bolsa de nueces del Brasil, que antes compraba con cierta frecuencia por su altísimo contenido en selenio. Ya sabía de sus propiedades antioxidantes, pero no había indagado en profundidad. Busqué selenio+tinnitus y descubrí, en este mismo foro para empezar, que era una sustancia relativamente extendida en el tratamiento de acúfenos, además de la base de un medicamente "ebselen"que parece prometedor (aunque no he visto que esté disponible en España). Pero os confieso que llevo tres días mucho más animado, con los pitos más bajitos y he recuperado la esperanza. ¿No sería maravilloso que uno pudiera mantener a raya sus acúfenos simplemente con dos nuececillas del Brasil al día? Si alguien ha hecho la prueba, o tiene más información que aportar sobre el tema, me encantaría conocer su experiencia.
Un abrazo a todos
Ah,y si a alguien le apetece probar: las nueces del Brasil se pueden encontrar en cualquier tienda especializada en frutos secos. Son un poco caras, pero con una o dos al día es suficiente. Es más: no es nada recomendable hincharse, precisamente debido a su altísimo contenido en selenio.
Os pongo brevemente en antecedentes:
Tengo acúfenos (dos tonos puros 1680 y 715 HZ oído dcho, uno oído izq que va variando según época y aparece o desaparece, y uno tipo shh muy agudo bilateral) con hiperacusia, desde hace más de tres años. Aparecieron por una tormenta perfecta de circunstancias desfavorables (déficit de vitamina B, exposición bestial al sonido de un ensayo, llamada por móvil de dos horas con pabellón auricular a temperatura apta para freir un huevo, estrés).
Desde entonces, como todos, he ido informándome y probando casi de todo. La lectura de este foro ha sido una de las fuentes que más me ha aportado, tanto en información como anímicamente. Llegué a tener mi cuenta, pero no fui muy activo, y ya no la recuerdo. He creado otra.
He tenido altibajos, pero he llegado a conseguir un par de periodos largos, del orden de un año cada vez, en los que los acúfenos, que los primeros 6 meses me resultaron insoportables y me llevaron a lugares muy oscuros, quedaron en un lugar marginal, y pude hacer mi vida sin que me inhabilitasen lo más mínimo, aunque con ayuda: tomo lorazepam para dormir y me pongo banda sonora (normalmente lluvia).
Hace un mes, mi fisio se puso tibetano y, a pesar de conocer mis problemas con el sonido, decidió conveniente para mi equilibrio espiritual hacer sonar un enorme cuenco sobre mi barriga antes de mi protesta, y un diapasón enorme que percutió a 15 cm de mi oído sin avisar después de ella, devolviéndome mis acúfenos al estado original del momento en el que surgieron. Encima me llamó tío raro, por ocurrirme eso! Supongo que conocéis el grado de incomprensión a que me refiero.
El caso es que el último mes ha sido muy difícil y he llegado a venirme muy muy abajo, porque siempre he sido prudente y he protegido adecuadamente mis oídos, he tomado mi Vit.B, mi Zinc, mi magnesio.. lo habitual, además de realizar pacientemente varias terapias sonoras, entre ellas las del admirado compañero Otin. Las de inhibición residual (como he sido músico, las he podido adaptar a mi frecuencia exacta) y la terapia SOL son las que mejor resultado me han dado.
Sin embargo,tras un mes muy mal,como os decía, hace tres días, ante la insistencia de mis amigos para reunirnos a celebrar un cumpleaños, decidí acudir siquiera cinco minutos para saludar, con mis taponcitos, claro. Me quedé dos horas y no noté interferencia señalable de mis acúfenos. Ya sabemos que la componente emocional es fundamental, y supuse que esa mejora tan notable correspondería sobre todo, a la alegría de ver a mis amigos, ahora que estamos tan solitarios todos. Pero al llegar a casa quise indagar algo más, por si hubiese alguna otra novedad que pudiera estar detrás de esa mejora. Y vi la bolsa de nueces del Brasil, que antes compraba con cierta frecuencia por su altísimo contenido en selenio. Ya sabía de sus propiedades antioxidantes, pero no había indagado en profundidad. Busqué selenio+tinnitus y descubrí, en este mismo foro para empezar, que era una sustancia relativamente extendida en el tratamiento de acúfenos, además de la base de un medicamente "ebselen"que parece prometedor (aunque no he visto que esté disponible en España). Pero os confieso que llevo tres días mucho más animado, con los pitos más bajitos y he recuperado la esperanza. ¿No sería maravilloso que uno pudiera mantener a raya sus acúfenos simplemente con dos nuececillas del Brasil al día? Si alguien ha hecho la prueba, o tiene más información que aportar sobre el tema, me encantaría conocer su experiencia.
Un abrazo a todos
Ah,y si a alguien le apetece probar: las nueces del Brasil se pueden encontrar en cualquier tienda especializada en frutos secos. Son un poco caras, pero con una o dos al día es suficiente. Es más: no es nada recomendable hincharse, precisamente debido a su altísimo contenido en selenio.