CONSIDERACIONES SOBRE LOS FÁRMACOS UTILIZADOS EN EL TRATAMIENTO DEL TINNITUS

Ni la European Medicines Agency ni la Federal Drug Administration de EE.UU. han aprobado ningún fármaco específico para tratar el tinnitus. Los fármacos antiansiedad y antidepresión que suelen prescribirse a las personas con tinnitus se proponen para tratar las consecuencias negativas del tinnitus: estrés, ansiedad, depresión, falta de concentración, mal humor, etc. Ninguno de estos fármacos ha demostrado la menor eficacia en reducir la hiperactividad neural existente en el cerebro de las personas con tinnitus, que investigadores y clínicos coinciden en que es donde se origina el tinnitus. Puede ocurrir que en algunos pacientes estos fármacos agraven el tinnitus, y además pueden tener efectos secundarios como mareos, naúseas, somnolencia, fatiga, cefaleas, insomnio, etc., e incluso interacciones nocivas con otros fármacos que el paciente esté tomando. Además, algunos profesionales opinan que estos fármacos pueden influir negativamente en la capacidad del paciente de habituarse al sonido de su tinnitus.

Por todo lo anterior, los ansiolíticos y los antidepresivos deben utilizarse con precaución, y los pacientes deben estar en contacto con los médicos que los prescriben para evaluar sus consecuencias. El único camino para saber si un fármaco aliviará las consecuencias del tinnitus es utilizar el procedimiento de prueba y error, que algunos médicos recomiendan.

Como consecuencia de lo anterior, para los pacientes cuyo tinnitus no es muy grave puede ser más efectivo y menos arriesgado recibir consejos cognitivo-conductuales y terapias sonoras. Las pacientes con un dilatado historial de ansiedad pueden encontrar alivio en intervenciones sin empleo de fármacos, como los consejos indicados, ejercicios de respiración, prácticas de relajación como la relajación progresiva o el mindfulness y ejercicios físicos.

Debido a que los mecanismos neurales asociados al tinnitus son increíblemente complejos, la utilización en clínica de fármacos especialmente prescritos para el tinnitus, ha sido habitualmente un fracaso. Esto puede ser muy frustrante para el paciente con un tinnitus muy fuerte y debilitante, que espera la pastilla milagrosa que curará su tinnitus, o al menos reducirá su intensidad.

Desgracidamente muchos pacientes con tinnitus han escuchado la expresión: usted deberá a aprender a vivir con su tinnitus de boca de sus médicos lo que puede ser muy angustioso para quien tiene acúfenos incapacitantes. Es un hábito que debemos calificar de incorrecto. Disponemos de tratamientos que permiten atenuar las consecuencias del tinnitus como terapias sonoras, consejo terapéutico y terapias cognitivo-conductuales.

Cuando el paciente constata que oye un ruido que no tiene una fuente exterior debe buscar ayuda de profesionales cualificados que puedan realizar un diagnóstico y proponer un tratamiento en el que puede incluirse algún fármaco, ante lo que el paciente deberá tomar una decisión y en caso de aceptarlo deberá tener en cuenta el procedimiento de prueba y error.

Nota de la Redacción. La expresión prueba y error, es un método heurístico para obtener conocimiento, tanto proposicional como procedimental. Consiste en probar una alternativa y verificar si funciona. Si es así, se tiene una solución. En caso contrario —resultado erróneo— se intenta una alternativa diferente. Orientado a soluciones: no se intenta descubrir por qué funciona una solución, solo se aspira a lograrla, por tanto se enfoca a encontrar solo una solución: no todas, ni la mejor.