COVID-19, ACÚFENOS Y PÉRDIDA AUDITIVA

Como todos sabemos la pandemia causada por el Covid-19 ha tenido repercusiones en todos los aspectos de la vida. En los últimos tiempos la vacunación masiva realizada en el mundo occidental unida a las precauciones adoptadas (mascarillas, limitación de personas en todo tipo de reuniones, etc.) ha reducido notablemente el número de afectados y el de personas con requieren asistencia hospitalaria. No obstante, la pandemia aún no ha sido superada ya que hay muchos países, sobre todo en África, en los que la vacunación ha sido escasa y en los que un alto riesgo de contraer la infección aún sigue presente. En los países occidentales hay algunas personas que mantienen una actitud antivacunas y se resisten a vacunarse, aunque parece que el riesgo de que volvamos a situaciones anteriores es mayor por causa de la relación inevitable con los países con escasa vacunación, que con las personas que en los países occidentales no desean vacunarse.

Los estados de alarma y las situaciones tensas vividas han generado mucho estrés y, como es conocido, los acúfenos se agravan en tiempos estresantes, siendo natural que los que tenemos acúfenos podamos estar preocupados por las consecuencias del Covid-19 en cuanto a la intensidad con la que los percibimos. Por otra parte, no hemos dispuesto de información alguna referente a las consecuencias sobre la pérdida auditiva y sobre los acúfenos procedente de nuestras autoridades sanitarias. Nuestra información sobre estos particulares procede de lo que nos han explicado algunos afectados y de algunos informes que hemos podido consultar en webs de asociaciones de otros países, que hemos publicado en los últimos números de nuestra revista. Las investigaciones sobre los mecanismos por los que el Covid-19 puede agravar la pérdida auditiva y los acúfenos, e incluso generarlos en personas que no los tienen, son escasas o inexistentes, aunque por algunos informes derivados de encuestas en pacientes con acúfenos se sabe que la prevalencia es pequeña. Además, en los casos conocidos se suele desconocer si todo ello puede deberse al Covid-19, al estrés generado, en particular en las personas hospitalizadas, e incluso si puede ser por causa de alguno de los fármacos utilizados en el tratamiento, sobre todo los prescritos al principio de la pandemia.

Otra cuestión por la que muchas personas con acúfenos se han interesado es conocer la posibilidad de que la pérdida auditiva y los acúfenos puedan ser efectos secundarios de las vacunas. Se sabe que todas las vacunas utilizadas, y que se siguen utilizando, fueron creadas en muy poco tiempo, y hay muchas personas que piensan que los ensayos realizados pueden carecer de las garantías que, de haber dispuesto de más tiempo, se habrían exigido a las industricas farmacéuticas que las producen por parte de las correspondientes autoridades sanitarias. Esta consideración es uno de los argumentos en los que se apoyan los contrarios a la vacunación. Las informaciones a las que hemos tenido acceso y publicado afirman que los acúfenos y la pérdida auditiva que puedan ser efectos secundarios de las vacunas tienen prevalencias muy pequeñas, lo que significa que su riesgo es prácticamente nulo.

En nuestra asociación la pandemia ha alterado las reuniones presenciales para personas que acudían a APAT por primera vez, sustituidas por reuniones vía Zoom, que tienen la ventaja de que pueden participar personas sea cual sea su lugar de residencia sin tener que desplazarse, pero tienen la desventaja que se pierde el contacto paciente-terapeuta que en dolencias con un componente psicológico importante como los acúfenos es importante. Actualmente realizamos una reunión mensual vía Zoom (el primer miércoles de cada mes) y otra presencial (el tercer miércoles de cada mes). También hemos interrumpido la reunión anual de la Asamblea General de Socios de los años 2020 y 2021; aunque esperamos que podremos reanudarla en 2022.