En nuestro país el diagnóstico y el tratamiento de los acúfenos suele ir a cargo del otorrino. El paciente, cuando se da cuenta de que tiene un acúfeno, acude al médico de cabecera que lo deriva al otorrino o bien acude directamente al otorrino. Si no obtiene una solución a su problema, lo cual lo descubre por si solo a lo largo de sus visitas, o bien el otorrino le explica que deberá convivir con el acúfeno, inicia un camino que le suele conducir a otros profesionales que cree que pueden ayudarle. Es evidente que sería mucho mejor que junto al otorrino pudiera conectar con otros profesionales complementarios para evitar esperas y descoordinación.Esta forma de operar, mediante equipos pluridisciplinares tiene gran éxito en Francia, hasta el punto de que operan una treintena de equipos en todo el país, los cuales constituyeron una asociación: AFREPA (www.afrepa.org), hace ya 10 años, que reúne periódicamente a sus asociados para una puesta en común de conocimientos y experiencias. Nos dicen que, aunque se trata de medicina privada, la medicina pública deriva a pacientes a estos equipos y se hace cargo de parte de los costes.
Según nos cuentan los pacientes que acuden o se comunican con APAT esto no es así en nuestro país. Generalmente cada profesional implicado en el diagnóstico y en el tratamiento de los acúfenos va por su lado, lo que constituye un calvario para el paciente que busca ayuda para librarse de sus acúfenos.
Transcribimos en lo que sigue la información publicada por La Revue de France Acouphènes en diciembre de 2019, preparada por la Dra. Martine Ohresser, fundadora y vicepresidente de AFREPA, con la ilusión de que algún lector pudiera hacerla llegar a nuestras autoridades sanitarias, sean estatales o autonómicas, para ver si se deciden a crear unas estructuras similares a las francesas. Es evidente que no se requieren medios físicos adicionales a los ya existentes, salvo la contratación de los profesionales que se precisen, lo que sería un pequeñísimo problema presupuestario, ya que se trata principalmente de una cuestión de organización.
Nuestra asociación francófona de equipos pluridisciplinares en el tratamiento de los acúfenos AFREPA celebra este año sus 10 años de existencia. La organización pluridisciplinar en el tratamiento de los acúfenos se ha impuesto desde hace ya varios años, existiendo un amplio consenso sobre la misma que la AFREPA siempre ha promocionado.
Este consenso ha seguido la vía abierta por los especialistas en dolor, que fueron los primeros en organizarse mediante equipos pluridisciplinares para el tratamiento del dolor crónico. Aunque se evidencian notables diferencias entre el dolor crónico y los acúfenos, especialmente la universalidad del dolor que no tiene el acúfeno, existen algunas analogías, especialmente la de que al hacerse crónico, el síntoma, sea dolor o sea acúfeno, se transforma en una entidad terapéutica en si misma al margen de cual haya sido su origen, y debe ser tratado como tal. Por tanto, no se limita a una visión periférica, a través de las vías del dolor o de las vías auditivas, ya que es de naturaleza pluridimensional y su diagnóstico y tratamiento requiere la participación de varios especialistas. Todo ello ya había sido anunciado por Jastreboff y por Hazell en 1990, al considerar la emoción en su modelo neurofisiológico.
Hoy, las distintas técnicas de imagen funcional vienen a apoyar estas hipótesis clínicas demostrando la implicación de numerosos circuitos neuronales extra-auditivos (fuera del área acústica del cerebro) en la percepción del acúfeno, que se tratan de estructuras que intervienen en la emoción, la atención o la cognición. Se trata de estudios que nos confirman la necesidad de un enfoque pluridisciplinar, lo que obliga a recurrir a profesionales de disciplinas distintas aunque complementarias.
Esta necesidad implica que, además del otorrino, es necesario contar con el otoneurólogo, y con los profesionales que pueden tratar aspectos emocionales y comportamentales: psicólogos clínicos o comportamentales, sofrólogos (la sofrología es una disciplina muy habitual en Francia) e incluso hipnoterapeutas, sin olvidar a los audioprotesistas cuando el tratamiento requiera prótesis auditivas. En AFREPA nuestro objetivo ha sido el de ir lo más lejos posible, constituyendo equipos pluridisciplinares en los que los componentes interacciones entre ellos, evitando sistemáticamente acciones contradictorias, lo que supone establecer un intercambio continuo de información que es una característica esencial de estos equipos, realizado a dos niveles: información sobre el paciente e información en el seno del equipo.
La información sobre el paciente es un elemento imprescindible. Es el principal elemento para el éxito del diagnóstico y del tratamiento. El paciente suele llegar con ideas erróneas sobre su síntoma, ya que suele creer que es cuestión de su oído. Hay que hacerlo comprender los fenómenos que juegan un papel en su caso, el alivio que puede aportarle la habituación, que puede asimilarse a una forma de indiferencia ante el síntoma, cuando él había venido en busca del silencio absoluto.
Es por tanto un trabajo largo y difícil, y el papel de cada componente del equipo es informar al paciente, para lo que es preciso tener un lenguaje común que suele adquirirse con el tiempo en el seno del grupo. Aunque el contenido de la explicación al paciente será el mismo, cada componente lo explicará según la cultura y el vocabulario de su profesión, aunque todos ellos serán complementarios y nunca yuxtapuestos. La explicación al paciente procedente de fuentes distintas pero complementarias será más eficaz.
El intercambio de información en el seno del equipo también es importante, y se inicia por la mutualización de los conocimientos de cada uno para alcanzar el objetivo común que es conducir al paciente a la habituación. Cada componente del equipo debe conocer el trabajo de los demás para no entrar en contradicciones, aunque sean aparentes, ante el paciente.
Entendemos que es el otorrino el primero que debe atender al paciente y actuar como coordinador del equipo. Debe preparar a su paciente para abordar en las mejores condiciones las distintas etapas de su diagnóstico explicándole cual será el papel de cada componente del equipo en su diagnóstico y tratamiento.
Este trabajo también es tarea de cada uno de los componentes. Así, por ejemplo, el audioprotesista debe ser capaz de explicar, si el paciente lo requiere, el papel del psicólogo o del sofrólogo, o viceversa. La información que circule entre los componentes del equipo y con el paciente, debe permitir sustituir fácilmente un diagnóstico por otro si fuera necesario, y así adaptar continuamente la estrategia al estado del paciente, que debe sentirse guiado constantemente para que pueda llegar a la habituación.
Nota de la Redacción. No tenemos información particular de cada uno de los equipos pluridisciplinares que ejercen en Francia. No obstante, si alguno de nuestros lectores estuviera interesado en contactar con alguno de estos equipos, pensamos que podríamos conseguir tal información gracias a nuestro contacto habitual con France Acouphénes.