El fármaco betahistina en el tratamiento de los acúfenos

Hemos recibido dos consultas sobre la utilización del fármaco betahistina en el tratamiento de los acúfenos. Nuestra información sobre este fármaco se limita a lo que leemos en el Diccionario de Fármacos, que transcribimos en lo que sigue, por lo que no pudimos atender las consultas recibidas como hubiéramos querido. Ahora vemos en la web de la British Association of Tinnitus una información sobre la betahistina, preparada por el Dr. John Philips otorrinolaringólogo del Norfolk & Norwich University Hospital que hemos traducido y transcribimos.

En resumen, el artículo explica que la betahistina se utiliza para tratar los acúfenos, pero no se conoce con certeza su mecanismo de acción ni los resultados que se pueden esperar de su empleo.

Betahistina. Antivertiginoso. Análogo de la histamina. Indicado en el tratamiento de los trastornos de vértigo de origen circulatorio (síndrome de Ménière o alteraciones vasculares cerebrales). Contraindicado en hipersensibilidad al medicamento, en pacientes con úlcera gastroduodenal o feocromocitoma y la administración conjunta con antihistamínicos. Tampoco debe administrarse durante el embarazo, a no ser que no existan alternativas más seguras, ni en la lactancia ni en los niños. Precaución en pa- cientes con asma bronquial o gastritis. Los efectos secundarios son escasos y sólo en contadas ocasiones puede dar lugar a molestias gástricas o a reacciones cutáneas de tipo erupción exantemática. Administración oral. La dosis habitual es de 8 mg 3 veces al dia con una dosis máxima de 16 mg 3 veces al día. Se presenta en comprimidos de 8 y 16 mg y en gotas (1 ml = 8 mg).

La betahistina es un medicamento muy utilizado que se prescribe para tratar varias patologías. La principal indicación para prescribir betahistina es el tratamiento de la enfermedad de Ménière, sin embargo muchos pacientes la toman para tratar otros síntomas, como vértigo, mareos, acúfenos, etc.

A pesar de una utilización muy frecuente, no existen evidencias sólidas de su eficacia en muchos de estos tratamientos. Hace 5 años se realizó un estudio en China para evaluar los beneficios potenciales de pacientes con acúfenos tratados con betahistina. Los resultados del estudio mostraron una reducción de las molestias causadas por los acúfenos cuando se emplearon cuestionarios con este objetivo, pero cuando los cuestionarios sometidos a los sujetos del estudio se referían a la reducción del impacto del acúfeno en sus vidas y concretamente a la reducción de la intensidad percibida del acúfeno, no se apreciaron mejoras sustanciales. El resultado de este estudio, que resulta interesante hasta cierto punto, no se confirmó con nuevos estudios ni en China ni en otros países. Se publicó un resumen del estudio en inglés, y escribimos a los autores para algunas aclaraciones sobre la metodología empleada en el estudio, pero aún estamos esperando la respuesta.

Con independencia de las reservas que podamos tener en cuanto a los beneficios de la prescripción de betahistina, se trata de una prescripción muy común que alcanza 100.000 prescripciones al mes en Inglaterra. Un estudio reciente ha reportado que aproximadamente el 10% de los profesionales que atienden pacientes con acúfenos prescriben betahistina. Sin embargo, muchos expertos no comparten esta prescripción y utilizan otras terapias para tratar los acúfenos, de las que existen estudios e investigaciones más sólidas.

A los pacientes con enfermedad de Ménière, les explicamos que aunque no hay evidencias de que la betahistina funcione, ello no significa que no pueda funcionar, ya que no existe estudio alguno que demuestre sólidamente su eficacia al comparar la betahistina con un placebo.

Nos queda mucho por saber y comprender en cuanto a la enfermedad de Ménière y a los acúfenos. Se cree que la betahistina aumenta el flujo de sangre en distintas áreas del oído interno, aunque desconocemos exactamente como interactúa en el oído interno para reducir los síntomas para los que se prescribe. Muchos pacientes creen que la clave para tratar el acúfeno debe ser la investigación de un fármaco que «cure» el acúfeno, pero hoy aún no disponemos de este fármaco milagroso.

Desgraciadamente, la betahistina no es el único fármaco disponible en Inglaterra que suele prescribirse a los pacientes a pesar de la escasa evidencia de que vaya a funcionar. Un verdadero arsenal de fármacos, hierbas, vitaminas y sustancias complementarias están disponibles, sea por prescripción médica sea por decisión del paciente cuya información sobre los mismos ha encontrado en internet. Nuestro conocimiento de los mecanismos implicados en el acúfeno aumenta continuamente, y la investigación en curso indica que la clave para librar a las personas con acúfenos de sus molestias no se basa exclusivamente en un fármaco.

Se estudian muchas otras formas de tratamiento, incluyendo las psicológicas y el empleo de distintos elementos médicos. El acúfeno es un trastorno complejo, y todas las posibilidades de tratamiento debe ser estudiadas, y en modo alguno se debe confiar únicamente en un fármaco milagroso que, de momento, no existe.