El tinnitus, como es bien sabido, es la percepción de un sonido que no es debido a una fuente externa. No es una enfermedad, sino un síntoma. Para la persona afectada por tinnitus, los trastornos no los genera el tinnitus propiamente sino los efectos desencadenados por la percepción de dicho sonido. Téngase en cuenta que estamos rodeados de sonidos que no nos afectan lo más mínimo ya que podemos ignorarlos. Si en el caso del tinnitus fuéramos capaces de asimilarlo a un sonido exterior como los que nos rodean, su percepción no tendría consecuencias negativas.
Dado que esta asimilación no suele ser lo habitual, en las personas con tinnitus puede ser útil conocer de una forma clara y ordenada las consecuencias de la percepción del tinnitus, con objeto de que cada uno reflexione sobre las mismas y trate de corregirlas con su propio esfuerzo. El conocimiento efectivo de un problema suele ser el inicio de su solución.
En el caso de la hiperacusia, que consiste en la percepción dolorosa de los sonidos a partir de determinadas intensidades de los mismos, las consideraciones anteriores son de aplicación.
Es habitual que las personas con tinnitus argumenten que los que dicen que soportan su tinnitus sin problemas en realidad no tienen tinnitus, sino simplemente que oyen un sonido que pueden manejar tanto en su intensidad como en el tiempo. Esto, que parece correcto, no es lo que la evidencia nos explica.
Las evidencias puestas de relieve por la investigación y la experiencia clínica señalan que mientras unas personas sufren por su tinnitus, otras personas con el mismo tinnitus se encuentran casi perfectamente. Aceptar este hecho, implica que aunque se trate de un tinnitus incomodante hay posibilidades de que la persona que lo sufre pueda llegar a sentirse perfectamente.
Cabe añadir que para algunas personas el sufrimiento del tinnitus ocasiona un profundo cambio en su vida, ya que el tinnitus se transforma en el foco de su mundo y, si además tienen hiperacusia, su mundo se reduce debido a los ruidos externos.
El efecto que el tinnitus y la hiperacusia tienen en los que los sufren, es debido a que desencadenan una cadena de acontecimientos, que pueden agruparse en cuatro:
– Pensamientos, con impacto en la atención y en la concentración.
– Nivel de estrés aumentado.
– Humor afectado.
– Comportamiento afectado e impacto en la familia y en el trabajo.
Pensamientos
Cuando la persona es consciente de su tinnitus, en muchas ocasiones y especialmente cuando el tinnitus percibido sufre un cambio, piensa sobre lo que le está ocurriendo. El contenido exacto de estos pensamientos varía de una persona a otra. Algunos no se afectan, pocos, pero la mayor parte tiene pensamientos angustiosos. Las personas que están afectadas por su tinnitus tienden a tener pensamientos que reflejan desesperación, falta de esperanza, pérdida de alegría, deseos de paz y quietud y creencia que los demás no les comprenden. Otros pensamientos muy comunes son resentimiento sobre la persistencia de su tinnitus, un deseo de escapar del problema, y muy a menudo, temores sobre su salud. Ha habido escasa investigación sobre los pensamientos de los que tienen hiperacusia aunque son similares a los descritos.
Si el paciente ocupa mucho tiempo pensando en su tinnitus, puede resultarle difícil tratar de pensar en otras cosas. El 70% de las personas afectadas por su tinnitus dice que tiene dificultados para concentrarse. Dicen que les cuesta leer, sea el periódico sea un libro, o seguir un programa de TV. Algunos reconocen que les cuesta participar en conversaciones con otros lo que dificulta su socialización. Hay quien piensa que el tinnitus hace imposible las actividades sociales, y algunos creen que el tinnitus les dificulta focalizarse en su trabajo lo que significa que necesitan mayor tiempo de descanso.
Una cuestión muy importante es saber si estas dificultades en la concentración son debidas al tinnitus o a otros factores, como cambios en su humor, aumento del estrés o al insomnio. Sobre esta cuestión ha habido muy poca investigación, pero la explicación más creíble es que aunque su capacidad de concentración sea elevada se ve bloqueada tanto por su tinnitus propiamente como por estos otros factores que pueden ser consecuencia del tinnitus.
Como hemos dicho el tinnitus puede situarse en el centro de su mundo. Existe evidencia que muestra que su atención puede seguir centrada en el tinnitus en lugar de centrarla en otros elementos, aunque trate de que no sea así. El proceso es en parte automático y en parte está bajo su control.
– La parte automática condiciona su sistema auditivo dando prioridad al tinnitus sobre otras cosas.
– La parte que la persona puede controlar incluye cosas como comprobar los cambios de su tinnitus en intensidad y frecuencia, compararlo con otros sonidos (como con un reloj, ordenador, motor de automóvil, ruido del aire acondicionado), tratando de averiguar lo que siente (cansancio, irritación, ansiedad) o viendo si puede hacer cosas como tratar de leer, de dormir, o cualquier actividad que se proponga en las que fracasaba.
Controlar la atención selectiva es una habilidad que la persona debe tratar de adquirir. Mantener el foco en lo que le interesa aunque se encuentre ante una amenaza. Aunque poder seleccionar el foco de atención es vital para todo el mundo, hay que reconocer que resulta difícil hacerlo en el caso del tinnitus lo cual lo hace tan intrusivo.
El proceso de atención selectiva también puede tener lugar en los casos de hiperacusia. El foco de la atención se encuentra en el ruido. Nuevamente el proceso es en parte automático y en parte bajo el control de la persona con hiperacusia, la cual automáticamente está pendiente de los ruidos que pueda percibir.
Téngase en cuenta que este proceso: mantener la atención en el tinnitus o en la hiperacusia no es inevitable. Muchas personas con tinnitus son capaces de concentrarse en lo que desean, y olvidarse de su tinnitus. Por ello, es aconsejable a las personas con tinnitus que traten de controlar sus pensamientos de forma que no les domine su tinnitus. Para ello, si es preciso, deben buscar la ayuda de un terapeuta, generalmente un psicólogo, que pueda explicarle y enseñarle los mecanismos mentales a emplear para apartar su tinnitus de su foco de atención.
Estrés
Los pensamientos preocupantes inevitablemente conducen a un aumento de su nivel de estrés, lo que puede producir cambios físicos en el cuerpo, como un aumento de las hormonas del estrés, alteración del ritmo cardíaco y aumento de la tensión muscular, lo cual ha sido objeto de una intensa investigación. Si los músculos se tensionan excesivamente pueden llegar a doler, normalmente experimentado como dolor de cabeza, en el cuello o en la espalda. Otros síntomas muy comunes son contracción estomacal, náuseas, cardialgia, un aumento de la frecuencia y de la intensidad de las contracciones intestinales y sudación.
Muchas personas con tinnitus experimentan dolores alrededor de los oídos, e incluso una sensación de presión interna en los oídos.
Dado que el inicio del estrés tiene lugar en el cerebro, muchos estudios se han enfocado a comprobar si el tinnitus está asociado a cambios en el cerebro, habiendo encontrado aumento de actividad no solo en las áreas del cerebro involucradas en la actividad acústica sino también en otras áreas, en particular las relacionadas con las emociones.
La conclusión es que el estrés resultante del tinnitus está asociado a la excitabilidad neuronal en varias áreas del cerebro.
Altos niveles de estrés generan insomnio, que es uno de los problemas asociados al tinnitus más preocupantes.
El paciente que observe los síntomas del estrés debe buscar ayuda de un profesional, generalmente de un psicólogo o de un psiquiatra, ya que el estrés es tratable y puede superarse con éxito.
Humor
Otra consecuencia de los pensamientos preocupantes provocados por el tinnitus son la generación de emociones angustiosas, en particular ansiedad y depresión.
Los cambios en el humor a causa del tinnitus son importantes no en todos los casos. Un estudio mostró que el 78% de los pacientes que recibieron atención médica por causa del tinnitus, podían ser considerados en estado de depresión, en términos psiquiátricos, aunque otros estudios señalaban porcentajes inferiores. Sin embargo, la investigación y la experiencia clínica nos indica que la angustia experimentada es real.
La relación entre ansiedad, depresión y tinnitus se ha reconocido siempre, algunos estudios recientes describen una relación entre el tinnitus y un desorden de estrés de naturaleza postraumática. También es conocido que la hiperacusia conduce a altos niveles de ansiedad y depresión. Véase en la tabla que sigue los síntomas de la depresión y de la ansiedad.
Tabla 3. Síntomas habituales de depresión y de ansiedad
Síntomas comunes de depresión | Síntomas comunes de ansiedad |
Malhumor, a menudo peor al despertar y por la noche Pérdida de interés Pérdida de placer Irritabilidad Sueño agitado Pérdida de autoestima Rechazo de la actividad social Pérdida de energía, cansancio Despertar más temprano de lo habitual Pérdida de la líbido Apetito alterado, igual come mucho que no come nada Pensamientos de suicidio Sensación de culpabilidad Dificultad para tomar decisiones Pobre concentración Problemas de memoria |
Incomodidad abdominal Diarrea Boca seca Aumento del ritmo cardíaco Tensión muscular Tensión o dolor en el pecho Respiración entrecortada Vértigo Deseo de orinar con frecuencia Dificultad para tragar Alteración del sueño, especialmente en el momento de dormirse Irritabilidad o enojo Problemas de concentración Temor a la locura o a la pérdida de control |
Algunas personas afectadas por su tinnitus dicen: Yo quisiera morir o A mi no me importaría que me atropellara un autobús. Se trata de pensamientos pasivos que raramente se llevan a cabo. Son quejas que no deben ignorarse, pero es muy raro que los pacientes con tinnitus lleguen al suicidio. Entre los pacientes con tinnitus que solicitan ayuda médica, las pocas personas que llegan a suicidarse son las que ya habían tenido pensamientos de suicidio incluso antes de tener tinnitus. Esta cuestión ha sido investigada recientemente llegándose a la conclusión que las situaciones de origen psiquiátrico que acompañan al tinnitus han podido amplificar la necesidad del suicidio en estos casos.
Comportamiento
En muchos casos, las personas con tinmitus se han visto obligadas a realizar algunos ajustes en su vida para lidiar con el tinnitus. Estos ajustes pueden agruparse en dos posibilidades.
– Nivel de actividad. La mayoría de personas con tinnitus tienen que esforzarse en mantener su actividad habitual, lo que puede dar lugar a que se vean obligados a reducir su nivel de actividad. Es frecuente en personas con tinnitus que se ven obligadas a tener una gran actividad que sientan que ello agrava su tinnitus. Contrariamente a lo anterior, pueden haberse mantenido ocupados para distraerse de su tinnitus.
– Utilización de ambientes sonoros. Incorporar sonidos ambientales de todo tipo en la vivienda o en el trabajo permite enmascarar el tinnitus. Por el contrario, pueden haber tratado de vivir en un ambiente muy silencioso, lo cual es especialmente útil para personas con hiperacusia.
Impacto en la familia y en los amigos
Realizar esta clase de ajustes o cambios puede casi inevitablemente afectar la convivencia con otros. Puede ser muy difícil convivir con otras personas y a la vez aislarse. Alternativamente, se puede confiar en los que conviven y con ello evitar el aislamiento.
La persona con tinnitus puede estar hablando sobre su problema con mucha frecuencia, lo que puede cansar a la pareja y a los amigos. Si se pretende controlar el ruido que genera la familia (cocina, TV, música, conversaciones, etc.) los cambios en la interacción con los familiares son obligados.
Por todas estas razones, ocurre frecuentemente que los cambios ocasionados por el tinnitus y la hiperacusia den lugar a relaciones tirantes con la pareja y con los amigos.
Impacto en el trabajo
Algunas personas consideran que necesitan descansar después del trabajo a causa de las tensiones ocasionadas por sus dificultades de concentración derivadas del tinnitus, más que a causa del propio tinnitus.
Otra consideración a tener en cuenta es la relativa a la incapacidad laboral por causa del tinnitus o de la hiperacusia. Se trata de dos dolencias absolutamente subjetivas, que no se pueden medir ni verificar por otra persona, y en consecuencia el trámite de incapacidades laborales ante las autoridades correspondientes tiene escasas posibilidades de éxito. No obstante, hay precedentes de casos en los que inicialmente se rechazó la solicitud de declaración de incapacidad laboral por tinnitus, que luego obtuvieron su reconocimiento en las instancias judiciales correspondientes.
En casos concretos en los que el trabajo requiere la escucha cuidadosa de sonidos, como en el caso de los músicos, los que tienen tinnitus pueden verse obligados a no comunicar su problema a sus colegas y a sus superiores ante la posibilidad de que puedan perder su empleo.
Finalmente es justo consignar que en muchos casos el trabajo constituye una distracción eficaz del tinnitus.