LA PRÁCTICA DEL MINDFULNESS ME AYUDÓ A SOPORTAR MI TINNITUS

Lisa es un abogado que ejercía en Londres y en Manchester. A raíz de la aparición de su tinnitus su vida cambió, y estuvo durante 9 años tratando de encontrar una terapia que curara su dolencia. Finalmente descubrió la existencia del mindfulness, y su práctica le permitió recuperar la calidad de vida perdida, a consecuencia de lo cual decidió abandonar su actividad profesional anterior por la de terapeuta de mindfulness. Explica su experiencia en Tinnitus Today Spring 2020.

Desde el año 2015 se dedica a ayudar a otras personas con tinnitus y/o pérdida de audición aplicando sus propias experiencias y enseñando la práctica del mindfulness.

Como todos los que tenemos tinnitus, Lisa desea y espera que la medicina encuentre una terapia que nos permita curar el tinnitus, pero hasta que llegue, se ha propuesto ayudar a modificar la relación que los afectados mantienen con su tinnitus de forma que su calidad de vida se vea afectada lo menos posible.

El término mindfulness debe traducirse por atención plena. Es una terapia que propone distintos ejercicios o técnicas de meditación para escuchar al cuerpo y a la mente y aumentar la confianza en los propios recursos, para afrontar situaciones complejas de todo tipo, una de las cuales es la percepción del tinnitus.

Hace unos años observé que había perdido audición en un oído y había aparecido un tinnitus en el mismo. Inicialmente estaba fascinada por la variedad del repertorio de sonidos: zumbidos, chasquidos, chapoteo y ruidos metálicos. Recuerdo perfectamente que en los primeros días, al caminar desde la estación del tren a mi casa, estaba sorprendida por los constantes cambios del ruido que percibía. Esto fue así hasta que el otorrino al que acudí me explicó que me olvidara de que mi tinnitus sería transitorio ya que, con seguridad, sería permanente.

Esta noticia cambió totalmente mi relación con mi tinnitus. Desde que supe que escucharía estos ruidos el resto de mi vida, el tinnitus se hizo invasivo, molesto, frustrante y constituyó una fuente de ansiedad y de depresión. Me costaba dormir y no podía concentrarme en el trabajo. Me hice adicta a Google con el propósito de encontrar la información que permitiera curar mi tinnitus, pensando que tal vez mi otorrino estaba equivocado. Yo estaba pendiente de cada cambio en la intensidad y naturaleza del ruido percibido, lo cual no me divertía en absoluto, ya que, francamente, a la vez me resultaba irritante y me daba miedo. Sentía que mi tinnitus tenía vida por sí mismo y estaba totalmente fuera de mi control.

Naturalmente, todo ello no me impidió tratar de controlar mi tinnitus, y acabé siendo una paciente experta en tinnitus. Cada vez que “olía” algo que pudiera ser efectivo me sumergía en busca de información en los medios de comunicación. El tinnitus me agotaba y mi obsesión por encontrar alguna solución aún me hacía sentir peor.

Mi familia y mis amigos no podían entender como el tinnitus me hacía sentir tan mal. No es que no intentaran comprenderme, pero entender qué es el tinnitus resulta muy difícil para alguien que no lo tiene. Por ello, empecé a aislarme. Desistí de acompañar a mi marido a reuniones y a comidas con amigos, con el pretexto de que estaba muy ocupada, y evité totalmente ir al teatro y al cinema. Viví así durante 9 años agotadores. Además, me aparecieron dolores en el cuello y en la espalda, que me provocaron dolor crónico. Estaba desesperada para encontrar algo que mejorara mi pobre calidad de vida. El destino hizo que al cesar en un trabajo que yo adoraba supiera que en una ciudad cercana a la mía se organizaba un curso de mindfulness de 8 semanas, y dado que estaba libre me inscribí en el curso. Esta decisión significó un cambio en mi vida.

El mindfulness consiste en una serie de prácticas que tratan de que prestemos atención a nuestros pensamientos y a nuestras sensaciones, sin juzgar si lo que experimentamos es bueno o es malo. Se aprende a distinguir entre lo que actualmente existe en el aquí y ahora y lo que crean nuestros pensamientos o nuestras emociones. Esta concienciación nos permite decidir cómo responder a lo que nos ocurre.

Después de este cuso de 8 semanas, y con la continuación de la práctica adquirida, comprendí que había aprendido a mejorar mi vida con tinnitus y dolor crónico. El dolor seguía, pero mi percepción había cambiado, era menos molesta, y pasaba menos tiempo recordando los buenos momentos vividos antes de que aparecieran mis problemas. Estaba avergonzada del largo tiempo pasado sin descubrir que había técnicas como las adoptadas que podían enseñarme cómo manejar mi tinnitus. Con ello inicié una nueva vida en la que sigo con el tinnitus, pero éste no me controla, e incluso hay muchos momentos en que me olvido de él.

Decidí que yo no debía guardar mi experiencia exclusivamente para mí, cuando hay mucha gente sufriendo por su tinnitus, por lo que adquirí la calificación de terapeuta de meditación y mindfulness. Ahora mi trabajo, y mi vocación, es enseñar mindfulness a personas con tinnitus, de forma que puedan vivir con tinnitus en lugar de sufrir con él.

Viviendo de forma automática

Uno de los conceptos clave que he aprendido en la práctica del mindfuness es ser consciente de los pensamientos automáticos, de las sensaciones y de los comportamientos que nos afectan, y que pueden ser una ayuda, o lo contrario, cuando tienen lugar determinados sucesos.

Si usted está conduciendo un coche, los procesos o pensamientos automáticos pueden ser útiles. Usted no estará pendiente del cambio de marchas, ni del movimiento de sus pies, ni de la forma como gira el volante. ¿Puede imaginar que usted debiera conducir prestando atención a estas maniobras como cuando aprendía a conducir? Acabaría usted exhausto.

Pero no todos los procesos automáticos como los descritos son útiles. Imagine que su tinnitus cambia de sonido o se hace más intenso. ¿Qué habría hecho yo en los años anteriores? Habría tardado muy poco en desarrollar pensamientos automáticos sobre estos cambios como los siguientes: “Tengo algún problema de salud”; “Esto podrá empeorar aún más”; “Yo no puedo soportarlo”; “No podré concentrarme y acabaré perdiendo mi trabajo”; etc. Y estos pensamientos podrán ir acompañados de respiración alterada, dientes apretados, estómago hinchado, hombros encorvados y dolor de cabeza ¿Por qué? Porqué nuestros pensamientos afectan a como nos sentimos, y viceversa: como nos sentimos afecta a nuestros pensamientos.

En cuanto nos damos cuenta de estar en este círculo vicioso empleamos estrategias para suprimirlos, como no quejarnos o como ponerlos en perspectiva: “sería peor …”. Todo ello no nos hace salir del círculo, sino todo lo contrario, nos empuja a “meternos” más en él. Cuanto más tratamos de evitar o de deshacernos de estos pensamientos y sensaciones más los tenemos presentes. Así, ¿cómo podemos empezar a deshacernos de estos pensamientos y comportamientos que no nos ayudan? Prestando atención.

El mindfuness le invita a prestar atención a los pensamientos, sensaciones y sentimientos que usted está experimentando justamente ahora. Por ejemplo, si usted percibe que se está preocupando sobre cómo será su vida con tinnitus en el futuro o si está pensando cual pudo haber sido la causa de su tinnitus, al ser consciente de lo que percibe trate de hacer una pausa por un momento, y tranquilamente focalice su atención en lo que está experimentando en este momento presente. El resultado es que romperá el círculo vicioso (el ping-pong entre pensamientos y emociones) y saldrá de la “montaña rusa” que es su tinnitus. Y créame, realmente es una liberación.

Veamos un ejemplo. Cuando me despierto por la noche la primera cosa de la que soy consciente es de mi tinnitus. Antes del mindfulness mi cabeza se hubiera llenado de los pensamientos automáticos siguientes: “Otra vez, está ahí”; “Estoy segura que es lo que me ha despertado”; “No puedo librarme de él”; “¿Qué he hecho yo para tener tinnitus?”; “Esto no es justo”; “Yo no puedo vivir así”; “No puedo estar el resto de mi vida durmiendo tan poco”; “Yo no puedo funcionar sin mis siete horas de sueño”; “También puedo levantarme y no volver a dormir”.

Y con ello estaría más alterada, más nerviosa, mi respiración sería poco profunda y mi cuerpo estaría muy tenso. No me preguntaría si puedo volver a dormirme, y mi marido me encontraría haciendo la colada a las 4 de la madrugada.

Ahora, yo me sigo despertando por la noche, pero gracias a mi práctica regular de mindfulness, mis pensamientos son, afortunadamente, diferentes: “Otra vez el tinnitus”; “¿Qué puedo hacer para dormirme de nuevo?; ¿Quizá un ejercicio de atención a la respiración*?; ¿Un ejercicio de exploración del cuerpo (body scan)*?; “¿Escuchar algunos sonidos enmascaradores?”; “Vale, voy a escuchar estos sonidos y a la vez haré un ejercicio de atención a la respiración”.

No voy a dramatizar, no estoy ante una catástrofe. No voy a dar vueltas durante horas apretando los dientes y lamentando esta “injusticia”. En lugar de ello, me daré cuenta de que ahí está mi tinnitus y lo aceptaré, y enseguida decidiré cual de las herramientas que me ha proporcionado el mindfulness utilizaré para dormirme de nuevo.

Debo advertir que esto no funciona siempre. Cuando escribo esto tengo un fuerte resfriado, y percibo mi tinnitus con mayor intensidad. La noche anterior, ni la práctica del mindfulness ni el sonido enmascarador consiguieron que me durmiera de nuevo. Por ello me levanté, y pasé un rato escuchando sonidos enmascaradores mediante mis audífonos. Antes del mindfulness yo hubiera estado estresada por la falta de sueño y cansada al día siguiente. Ahora mis pensamientos automáticos han cambiado al extremo de aceptar la situación tal como es, en este momento un aumento transitorio de mi tinnitus a causa de mi resfriado, y tanto mi cabeza como mi corazón entendiendo que mi tinnitus ya no es lo que era. Actualmente puedo controlarlo, si presto atención a lo que experimento ahora, y no presto atención a lo pasado ni al futuro.

__________________________________

*Ejercicios de atención a la respiración. *Exploración del cuerpo. Son ejercicios de meditación que se aprenden al realizar cursos de mindfulness. En los primeros se aprende a estar pendientes de nuestra respiración, lo que da lugar a que la mente se aquiete y entrenemos la capacidad de enfocar nuestra atención en un elemento que siempre está a nuestra disposición: nuestra propia respiración. En el segundo se presta atención para explorar las sensaciones táctiles en el cuerpo, se aprende a percibir las sensaciones que experimenta nuestro cuerpo sean las que sean. Estas acciones permiten estar presente en lo que ocurre aquí y ahora.