MEMORIA DE RAMÓN MARTÍN BUENO (parte II)

Cuando hace 20 años me diagnosticaron los acúfenos, encontré APAT en Internet, y me dirijí a su anterior sede en Calle Aribau de Barcelona, y allí me recibió y atendió el Sr. Ramón Martín. Más que atenderme, me acogió y me sentí escuchado, totalmente comprendido y apoyado, lo cual fue un verdadero alivio para mí.

Después de esta primera visita entendí qué, como hacía Ramón, debía colaborar con APAT para ayudar a las personas que se encontraban en mi misma situación. Así que entré en APAT gracias al apoyo que me prestó Ramón, lo cual fue el inicio de una amistad. Admiré a Ramón por ser una persona honesta que estaba al servicio de los demás. Fue siempre fiel a sus creencias, tanto políticas como sociales, militó en un partido político toda su vida, y colaboró en su querida Asociación de Vecinos. Todos los Presidentes de APAT siempre contamos con la ayuda y colaboración de Ramón, el cual nunca quiso destacar pero siempre era el primero en colaborar en cualquier actividad.

Debido a circunstancias adversas por las que pasó APAT, se realizó una Asamblea en la que se propuso la disolución de la Asociación, y fue Ramón el que dijo que la Asociación no debía disolverse, y en dicha Asamblea se nombró una Gestora de APAT, en la que él estaba presente que fue la que continuó la obra realizada hasta entonces.

En una ocasión se presentó Ramón en mi despacho y me dijo, con su socarronería, que tenía que darme dos noticias, una buena y una mala, la buena era que había una convocatoria para Subvenciones de Sanidad y la mala que el día siguiente acababa el plazo de presentación; así que tuve que realizar durante la noche todo el expediente de solicitud de la subvención, para que Ramón lo presentase el día siguiente, y así recibimos la primera subvención.

GRACIAS RAMÓN POR TU CARIÑO, EN NOMBRE DE TODOS LOS ASOCIADOS.

Joan Febrer Llauradó, ExPresidente de APAT