Once consejos antitiestrés

Es sabido que el estrés es un factor que facilita la aparición del acúfeno o a su agravación si el acúfeno ya existe. Una persona con acúfenos nos contaba que el estrés es su principal factor agravante del acúfeno, ya que, por ejemplo, cuando conduce en áreas urbanas muy congestionadas los constantes paros y arranques del automóvil que se ve obligado a realizar aumentan su estado de estrés, y simultáneamente le aumenta la intensidad percibida del acúfeno, aunque una vez llegado a su destino su estado de estrés se normaliza y también su acúfeno. Nos parece útil transcribir los consejos antiestrés descritos en el libro Acouphènes: les solutions, del Dr. Jean-Loup Dervaux, elaborados a partir de un estudio psicomédico realizado sobre personas estresadas por muchas y muy variadas causas.

1. No se obsesione por un problema, déjelo de lado hasta el momento en que usted se sienta con fuerza para abordarlo.

2. Después de un momento de gran tensión, sea cual sea la causa, cambie el ritmo habitual de su jornada por otra actividad: deporte, lectura, música, etc.

3. Conserve una perspectiva panorámica de lo que sucede en su vida y no se permita «sumergirse» en los pequeños detalles de una determinada situación.

4. Planifique su actividad y anticípese a la aparición de problemas o de dificultades, consiguiendo con ello que usted los domine, y no lo contrario.

5. Afronte directamente los problemas y dificultades, incluidos los más desagradables.

6. Tenga conciencia de sus propios límites y fíjese metas accesibles atendiendo a dichos límites.

7. Ante un problema, trate de averiguar las causas, aunque la causa sea usted mismo, en lugar de buscar los culpables.

8. No se atormente por la opinión que otros puedan tener de usted, o lo que es lo mismo, sea capaz de afrontar una cierta impopularidad ante otros.

9. No acepte plazos para realizar cualquier actividad que sean excesivamente estrictos, y aprenda a medir el tiempo que le sea necesario para realizar una determinada actividad.

10. Limite conscientemente el tiempo dedicado al trabajo en su vida, para tener tiempo para otras actividades ajenas al trabajo.

11. Practique higiene mental antiestrés.

El último de los consejos merece unos comentarios que lo describan y amplíen: a. Esfuércese siempre en ver el lado positivo; b. Viva el presente en lo posible; y c. Adopte una distancia ante los hechos de la vida cotidiana.

a. Esfuércese siempre en ver el lado positivo. En la vida no todo puede ser siempre positivo: esta actitud es ya una primera reflexión positiva ya que relativiza lo negativo. Lo positivo debe ser reconocido como normal. Hay que realizar un balance de lo positivo de cada jornada, y un balance regular de lo positivo de la existencia. Si una experiencia es negativa ¿qué lección se puede aprender para el futuro? Una experiencia negativa a la vez hay que reconocerla para no repetirla y olvidarla para no lamentarse. Lo verdaderamente negativo es no aprovecharse de un error y repetirlo.

b. Viva el presente en lo posible. «Se crea el 80 % de sus preocupaciones». «Si yo lo hubiera sabido…». «Tengo miedo de que…». El hombre es infeliz porqué vive prisionero entre los demonios y los pesares del pasado y los temores y las quimeras del futuro, y se olvida de vivir el presente. El pasado no volverá y el futuro aún no existe. La imaginación tiene un papel esencial que nos hace oscilar entre los dos polos: pasado y futuro y nos distorsiona el presente haciéndolo incierto. Con ello, las preocupaciones y la fatiga de los tres períodos: pasado, presente y futuro se confunden. Deberá evitarse que los pensamientos parásitos nos invadan, y con ello se vivirá la acción presente, más eficaz y menos fatigante.

c. Adopte una distancia ante los hechos de la vida cotidiana. Aunque se haya adoptado el hábito de vivir el presente, puede llegar el caso de dejarse invadir y desbordar por los hechos y las situaciones de la vida. Se puede tener la tendencia de subordinar la tranquilidad y la calma al éxito de un proyecto o a un suceso concreto. Poco a poco deberá tener una actitud más distendida hacia la propia existencia, una especie de «indiferencia activa» que pueda protegerle de una mayor implicacion y de una mayor receptividad frente a los hechos de la vida cotidiana … entre ellos los acúfenos.

Transcribir los consejos antiestrés ha sido una cosa sencilla; pero tenerlos continuamente presentes y ponerlos en práctica puede ser mucho mas difícil, pero no imposible. Los que tenemos acúfenos debemos utilizar todos los recursos para que no aumente la intensidad de su percepción, y es bien conocido que el estrés de la vida cotidiana es un factor que intensifica la percepción del acúfeno.