¿PUEDE INFLUIR EL CARÁCTER DE UNA PERSONA EN EL ÉXITO DEL TRATAMIENTO DE SU TINNITUS?

Sabemos que, por el momento, no hay una solución efectiva para curar el tinnitus, o para reducir su intensidad, por lo que podría parecer una pérdida de tiempo preguntarse si el carácter de una persona puede influir en el éxito del tratamiento de su tinnitus. Al hablar del tratamiento nos referimos a terapias de las que no se espera que el tinnitus desaparezca, y en las que se confía para eliminar las consecuencias psicológicas negativas del tinnitus: terapias cognitivo conductuales (TCC), autohipnosis, tinnitus retraining therapy (TRT), mindfulness, acupuntura, etc.

El tinnitus es un trastorno auditivo percibido exclusivamente por el afectado. Es frecuente que las personas con tinnitus sufran desórdenes psicológicos: ansiedad, insomnio, falta de concentración, depresión, etc. que se asocian al tinnitus. Los tratamientos del tinnitus deberían tener en cuenta las necesidades psicológicas del paciente y proponerle un tratamiento hecho a su medida en función de tales necesidades. Una característica distintiva de cada persona es su personalidad, y aunque esta característica no es formalmente tenida en cuenta al prescribir un tratamiento, parece justo afirmar que la personalidad del paciente debería tenerse en cuenta en su tratamiento.

Investigadores de las Universidades de Regensburg en Alemania y de Zurich en Suiza han estudiado los rasgos de la personalidad de los pacientes y como tales rasgos se relacionan con los resultados alcanzados por los tratamientos de sus tinnitus. Los investigadores observaron distintos modelos de la personalidad de los pacientes, y escogieron cinco de ellos caracterizados por los rasgos: simpatía, meticulosidad, extraversión, sinceridad y neurosis. La edad, el género y el tiempo de tratamiento también se exploraron como factores asociados a los resultados de los distintos tratamientos.

Para ver los efectos de la personalidad del paciente en el resultado de su tratamiento utilizaron dos cuestionarios: THI y MiniTQ (véase Apat59) que fueron rellenados por los pacientes que fueron atendidos en las dos clínicas (Regensburg y Zurich) entre 2012 y 2017, y nuevamente completaron ambos cuestionarios en 2018. La comparación entre los resultados iniciales de los cuestionarios y los de 2018, permitieron conocer los cambios en la molestia del tinnitus entre la fecha en la que fueron atendidos y 2018. En total, se incluyeron en el estudio 388 pacientes, que fueron clasificados en tres grupos: clínicamente mejorado, clínicamente estable y clínicamente empeorado.

El estudio estableció que los pacientes clasificados como neuróticos eran los que mayormente estaban en la situación de clínicamente empeorado. Los clasificados como extrovertidos (que es lo contrario de introvertido) constituían la mayor parte de los que fueron clínicamente estable y clínicamente mejorado. Los otros tres rasgos estudiados: simpatía, meticulosidad y sinceridad no presentaron asociación significativa con los resultados de los tratamientos.

Otra información que influyó significativamente en los resultados medidos por los cuestionarios fue el tiempo de tratamiento. La visita inicial de los pacientes a las dos clínicas tuvo lugar entre 2012 y 2017 que fue cuando los pacientes completaron los cuestionarios con los resultados iniciales, y la visita para observar los resultados y completar nuevamente los cuestionarios para poder comparar la evolución del paciente tuvo lugar en 2018, lo que significa que en el estudio participaron pacientes con duraciones de su tratamiento muy variables: desde cinco años a un año, observándose que a mayor duración del tratamiento los pacientes obtenían mayores mejoras clínicas.

Los resultados del estudio sugieren que la personalidad de los pacientes está relacionada con los cambios de su tinnitus, y que, generalmente, esta asociación entre personalidad y cambios en el tinnitus es independiente del tiempo en el que el paciente ha seguido su tratamiento. Parece deducirse de lo anterior que nuevos estudios en esta área, podrían proporcionar información a los facultativos que para obtener resultados positivos tuvieran en cuenta los rasgos principales del carácter de su paciente, lo que permitiría proponer a cada paciente un tratamiento hecho a su medida.