Terapias sonoras

Recibimos consultas tanto de socios como de otras personas a través de nuestra web, en las que nos preguntan sobre las prótesis auditivas (audífonos que pueden incorporar generadores de sonido blanco) y sobre los enmascaradores de acúfenos. Por el contenido de las consultas observamos que no existe información sobre el particular, o bien la información disponible es incompleta e inexacta. Por ello transcribimos una noticia publicada por American Tinnitus Association en la que se intenta poner en orden la información sobre las terapias sonoras.

Terapia sonora es un término que puede ser utilizado en muchos sentidos, dependiendo del producto específico, de su aplicación en clínica, e incluso del facultativo que lo utiliza. En general, terapia sonora significa el empleo de sonidos exteriores con el objetivo de alterar la percepción y la reacción del paciente al acúfeno. Como la mayoría de los tratamientos del acúfeno, las terapias sonoras no lo curan, pero pueden reducir de una forma significativa la incomodidad generada por su percepción.

Las terapias sonoras, o basadas en el sonido, pueden aplicarse según 3 mecanismos de acción, cada uno de los cuales requiere sus instrumentos apropiados. En el mercado existen una variedad de elementos que, en muchos casos, permiten ser utilizados según varios de los mecanismos de acción.

Enmascarar. El paciente se expone a un sonido externo de su elección, con una intensidad suficiente para «cubrir» el acúfeno. Cuando deja de percibir el sonido externo el acúfeno reaparece, ya que el enmascaramiento no ha modificado su percepción.

Habituación. El paciente se expone a un tipo de sonido que ayuda a su cerebro a reclasificar el acúfeno como un sonido sin importancia que puede ser ignorado. Hay varios tipos de sonido, siendo el más habitual el sonido blanco (que contiene todas las frecuencias que el oído humano puede percibir). Este sonido forma parte de una terapia denominada TRT Tinnitus Retraining Therapy muy aplicada en USA y en Gran Bretaña con buenos resultados.

Neuromodulación. Está aceptado por la inmensa mayoría de investigadores y de clínicos que el acúfeno crónico se origina por una hiperactividad neural existente en el área del cerebro que procesa los estímulos sonoros. Se trata entonces de generar un sonido, que es específico para cada paciente, que permita minimizar la hiperactividad neural.

En el mercado existen numerosos instrumentos que, ofreciendo distintos niveles de terapia sonora, pueden reunir más de un mecanismo de acción.

Enmascaradores. Cualquier aparato de reproducción de sonido puede ser un enmascarador en el sentido descrito anteriormente, incluso los aparatos que generan sonido blanco para la habituación pueden emplearse como enmascaradores. En el mercado (sobre todo por internet) existen aparatos que generan sonidos de lluvia, de viento, de agua (rios, cascadas, etc.) que pueden ser utilizados con el propósito de amortiguar el acúfeno. También se venden almohadas que incorporan un aparato capaz de producir un sonido (a seleccionar por el paciente), cuyo horario de funcionamiento se regula de forma que el sonido cese cuando el paciente supone que ya estará dormido. También puede enmascarar el acúfeno el ruido de un ventilador de mesa o el de una fuente de agua, siempre a condición de que el sonido sea grato para el paciente. Téngase en cuenta que una vez cesado el sonido enmascarador, el acúfeno reaparecerá en las condiciones habituales.

Generadores de sonido blanco. Hasta hace poco tiempo los generadores de sonido blanco que utiliza la terapia TRT (que pueden ser utilizados como enmascaradores), se encontraban en el mercado con el formato de un audífono con posibilidad de variar su intensidad. Actualmente también se dispone de estos generadores que el interesado puede descargar en internet, e incluso se venden DVDs que contienen el sonido blanco que el paciente puede traspasar a cualquier elemento: ordenador, MP3, radios, TVs, etc., desde el que percibirá el sonido blanco, e incluso algunas variantes del mismo como el sonido rosa, el azul, etc. Si el paciente se decide por adquirir un generador de sonido blanco creyendo que con ello podrá practicar la terapia TRT, se estará equivocando ya que la terapia TRT requiere otras acciones además de las de percibir el sonido blanco. Estas acciones se han descrito ampliamente en números anteriores de nuestra revista. La realización de la terapia TRT requiere la ayuda de un profesional: otorrino, psicólogo o audioprotesista, para tener en cuenta todos los componentes de la terapia y recibir el asesoramiento necesario para escoger con eficacia el tipo de sonido a percibir.

Neuromodulación: sonido modificado. Mientras los generadores de sonidos que se comercializan son idénticos para todos los pacientes, cualquiera que sea su acúfeno, el mercado ofrece también instrumentos que producen sonidos alterados según las características del paciente y de su acúfeno. Se trata de sonidos modificados algorítmicamente en los cuales determinadas frecuencias y tonos son alterados, a menudo a niveles que no puede percibir conscientemente el paciente. La modificación varía según el producto específico:

Neuromonics. Sonidos alterados que han eliminado las frecuencias bajas, exponiendo gradualmente a los pacientes a su propio acúfeno de una forma controlada para realizar un proceso de habituación.

SoundCure. Sonidos adaptados al acúfeno de cada paciente para generar estimulación cortical y una inhibición residual parcial del acúfeno.

Otoharmonics. Sonidos adaptados al acúfeno del paciente que suenan mientras el paciente duerme, ayudando con ello a alcanzar la habituación.

Acoustic CR Neuromodulation. Secuencias de distintos tonos, percibidos a bajo volumen en períodos relativamente largos que desencadenan actividad neural en el cerebro que compensa la hiperactividad neural descrita anteriormente.

Aunque los dispositivos que generan los sonidos indicados son utilizados de forma intermitente (solamente durante las terapias o en horarios antes de acostarse o al despertar) su efecto sigue beneficiando aún después de apagados.

La eficacia clínica de los sonidos modificados varía notablemente de un producto a otro, pero, en general, estos sonidos significan un alivio en el acúfeno de muchos pacientes. Los resultados óptimos se obtienen cuando el paciente ha sido aconsejado por un terapeuta en la elección del tipo de sonido modificado y, además, ha seguido las sesiones de consejo terapéutico indispensables para conseguir que el acúfeno pase a convertirse en un sonido situado en el inconsciente del paciente, es decir, que habitualmente no lo perciba.

Aparatos que combinan varias funciones

Algunos proveedores ofrecen aparatos que combinan varias de las funciones descritas anteriormente, e incluso otras ajenas pero relacionadas con el acúfeno. Un ejemplo son los audífonos para personas con hipoacusia (pérdida de audición) que incorporan generadores de sonido blanco, y que pueden incorporar sonidos modificados como los descritos. Estos aparatos son «portátiles», lo que redunda en que su uso pueda ser casi continuado, con la consiguiente mayor efectividad.

Consideraciones

Precios. Los audífonos que incorporan generadores de sonido blanco suele ser caros. Hemos sabido de precios que van de 2.000 a 3.500 €, y en España la medicina pública no se hace cargo de ellos. Los enmascaradores que se han descrito pueden ser cualquiera de los aparatos que muchas personas utilizan habitualmente, y procurarse un sonido que les resulte grato puede ser muy fácil y sin coste. En cuanto a los aparatos de neuromodulación, no tenemos información de que se puedan encontrar en el mercado español (ver la información que sigue), aunque los hay en internet. En este caso debemos advertir que la selección de estos aparatos debe hacerse de acuerdo con un profesional, ya que, como mínimo, el paciente debe conocer la frecuencia de su acúfeno, sea tonal (que tiene un sonido nítido) o sea una banda de frecuencias concreta y conocida, y establecer la frecuencia de un acúfeno debe hacerlo un profesional.

Síntomas del acúfeno. El paciente debe conocer los momentos o las situaciones en las que precisa alivio para su acúfeno. Si su acúfeno le molesta al acostarse y al despertar, un aparato fijo al lado de su cama puede ser suficiente. En el caso de que le moleste durante el día se verá obligado a utilizar un aparato «portátil».

Sensibilidad al sonido. Los pacientes con hiperacusia u otra forma de sensibilidad al sonido pueden ver su sensibilidad agravada con la aplicación de terapias sonoras.

Información y ayuda. Cualquiera de los programas descritos será más eficaz si va acompañado de un programa suplementario de información, consejo terapéutico, y sobre todo, de reestructuración cognitiva sobre el acúfeno y su percepción.

Nota de la Redacción. Desconocemos la traducción al español de los términos en inglés utilizados al describir los programas de neuromodulación: neuromonics, soundcure, otoharmonics y acoustic CR neuromodulation. Hasta hoy, no tenemos noticia de que se ofrezcan en España. Obviamente, no tardarán a aplicarse y quienes lo hagan decidirán qué nombre les asignan en español.