Una historia sobre la ototoxicidad de algunos fármacos

El matemático William K. Clifford escribió en 1877 un ensayo titulado The Ethics of Belief. En él relata la historia del propietario de un buque que, aunque viejo y decrépito, seguía activo. Las reparaciones eran costosas y aunque sabía que no era correcto, decidió hacer el viaje con pasajeros sin reparar el barco. Poco a poco él mismo se iba convenciendo de que no pasaría nada, ya había hecho muchos viajes. Así, hizo el viaje y no pasó nada. Clifford propone una pregunta: ¿qué ocurre si el buque hace ese viaje, y otros, y no pasa nada? ¿Deja de ser culpable el propietario del buque? «No, ni un ápice», dice Clifford, ya que una decisión es correcta o equivocada según se base o no en la evidencia disponible en el momento en que se toma la decisión.

Tomar fármacos que pueden causar ototoxicidad de forma continuada, o sea empeorar los acúfenos del que ya los tiene o generar nuevos acúfenos en el que no los tiene, aunque el que los toma haya comprobado que no le afectan desde el punto de vista de su acúfeno no parece una decisión correcta.

El propietario del buque era culpable de tomar una decisión equivocada, aunque el buque seguía haciendo sus travesías sin que ocurriera nada. La persona afectada por acúfenos que no tiene en cuenta la ototoxicidad de los fármacos que toma, es culpable de tomar una decisión equivocada, ya que está corriendo el riesgo de que su acúfeno aumente de intensidad, al igual que el propietario del buque que corría el riesgo de que su buque se hundiera.

En los listados de fármacos ototóxicos disponibles, uno de los cuales: Acúfenos y Fármacos fue publicado por nuestra asociación en diciembre de 2014, se avisa del riesgo de ototoxicidad de los fármacos que se indican, lo que no significa necesariamente que el fármaco vaya a causar un empeoramiento del acúfeno, pero el riego de que ello ocurra es cierto. El paciente que hace caso omiso de estas recomendaciones es como el propietario del barco, solo él es el culpable de correr riesgos innecesarios.

Desgraciadamente hay muchos facultativos de especialidades distintas de la otorrinolaringología que desconocen o no tienen en cuenta que los fármacos que prescriben pueden ser ototóxicos, lo cual puede afectar gravemente al paciente que tiene acúfenos, y en tal caso es el paciente que debe estar informado para evitar
las consecuencias de la ototoxicidad