UN ACEITE QUE SE OFRECE POR INTERNET PARA CURAR LA PÉRDIDA DE AUDICIÓN

Esta información se incluye para advertir a los lectores sobre el aceite que, según se anuncia en internet, cura la pérdida de audición: Biostenix Sensi Oil New. Se explica que su aplicación garantiza que las células ciliares de la cóclea que tenemos dañadas los que hemos perdido audición y en muchos casos tenemos acúfenos, se regeneran por aplicación de unas gotas de este aceite en el oído a lo largo de 28 días.

La información no describe los ensayos clínicos realizados ni los componentes del aceite, de los que dice que son productos naturales. Se explica que el médico que lo ha descubierto ha sido propuesto para el Premio Nobel de Medicina. No se sabe que firma lo produce, y se ofrece al precio de 107 € el frasco. Para inducir a la compra impulsiva, ofrecen a los que lo adquieran inmediatamente un frasco del primer lote disponible de 200 frascos por el precio de 48 €.

Todo ello huele a engaño, y por ello hemos querido advertir a los lectores. Cabe suponer que el producto es inofensivo, y si alguien se decide a adquirirlo no parece que vaya a producir efectos secundarios nocivos.

La regeneración de las células ciliares dañadas, que son las causantes de pérdida de audición y origen de acúfenos en muchos casos, es un problema no resuelto sobre el que hay varias investigaciones en curso de las que hemos dado cuenta en estas páginas. Cuando se encuentre el fármaco o el tratamiento que verdaderamente regenere tales células nos enteraremos rápidamente y podremos recomendarlo a los socios.

A finales del año pasado El Periódico dedicó una separata a explicar como actúan los promotores de estas terapias en la cual podemos leer que se trata de embaucadores que actúan escudados por el limbo legal existente, ya que raramente la promoción de una terapia sin eficacia es punible como estafa, y el hecho de que estas prácticas no estén registradas facilita que se esquiven las normativas. La legislación debería actuar de manera preventiva, para evitar así que sea tan fácil embaucar a las personas que están en situación de vulnerabilidad, y en el caso de las personas con acúfenos, dado que la medicina no tiene una solución universal que permita eliminarlos, los afectados se encuentran en una situación de gran vulnerabilidad y la necesidad de encontrar una solución puede inducirles a adquirir productos como el indicado o a practicar terapias sin eficacia demostrada. El principal problema es que las administraciones públicas no actúan para frenar estas prácticas. La responsabilidad recae en las administraciones autonómicas y locales, los principales escalones de la administración pública que podrían tomar medidas para evitar la propagación de prácticas que puedan suponer un perjuicio para la salud en algunos casos, y para la economía de todos los que las realizan en todos los casos.

Promocionar una terapia o medicación sin eficacia demostrada es una estafa. Es un fraude que en algunos casos pueda llegar a poner en peligro la vida de las personas, y durante años ha quedado impune ante la ley. En las escasas ocasiones que estas conductas llegan a los tribunales la condena impuesta es mínima. En 2014, el juicio contra el falso antitumoral Bio-Bac se saldó con una pena de 4 meses para el principal acusado y la absolución para los demás. Hace tan solo unos meses, el curandero del joven que abandonó la quimioterapia para tratarse con remedios alternativos, también fue absuelto de un delito de intrusismo y homicidio por imprudencia grave.

Ya que las administraciones públicas, que deberían controlar a los embaucadores que quieren vendernos medicamentos y terapias alternativas cuya eficacia no se ha demostrado, no hacen nada o muy poco, los afectados y potenciales clientes de estos embaucadores debemos estar alerta y no ilusionarnos ante promesas sin fundamento.