TRATAMIENTO DE LA HIPERACUSIA MEDIANTE TERAPIA SONORA

La idea de que el sonido puede ser utilizado para tratar la hiperacusia parece contradictoria, ya que después de todo, es el sonido lo que causa la molestia. Sin embargo dado que la hiperacusia se origina por una hiper-actividad en el sistema auditivo, nada impide que el sonido pueda utilizarse para devolver este sistema a sus niveles normales de actividad.

Hay varias acciones a realizar para tratar la hiperacusia por el sonido. La primera es librarse de las protecciones del sonido que puedan usarse. Están justificadas cuando se trabaja con maquinaria ruidosa o si hay que ir a un concierto con elevados decibeles, pero cuando se utilizan todos los días pueden aumentar su hipersensibilidad aún más.

En segundo lugar, proveerse de un generador de sonido de bajo coste y ponerlo en marcha con el ruido de la lluvia o de las olas del mar a reducida intensidad, de día e incluso por la noche. Existen CDs disponibles que contienen todo tipo de sonidos, incluido el de color rosa, que es un sonido que contiene todas las frecuencias que el oído humano puede percibir, pero con baja intensidad en las frecuencias altas. Hay precedentes de personas con hiperacusia que la han superado con el empleo del sonido rosa.

Puede utilizarse un audífono que incorpore la función de generador de sonido, decisión que debe tomarse con la ayuda de un profesional, que podrá graduar la intensidad y la frecuencia del sonido a percibir de forma que sea el apropiado para su hiperacusia. Para ello hay dos opciones, una de ellas consiste en iniciar el tratamiento con un sonido de muy baja intensidad que casi sea inaudible, aumentándolo gradualmente. Esta opción se utiliza habitualmente para desensibilizar a pacientes con otros trastornos como las fobias. Una segunda opción es utilizar el audífono a un nivel de intensidad constante que sea confortable para el paciente, y asegurarse de que el audífono mantiene siempre la intensidad prefijada. No tenemos información válida que nos permita afirmar que una de las dos opciones descritas es mejor que la otra.

El empleo de la terapia sonora en el tratamiento de la hiperacusia no siempre es aceptado por los pacientes, debido a que temen que el sonido les empeore su dolencia. Si se acepta realizar esta terapia hay que hacerlo lentamente y con cuidado para recuperar la tolerancia al sonido. Como todo proceso de rehabilitación los resultados se alcanzan poco a poco. Algunos personas no tienen la paciencia necesaria para hacerlo, y por ello nunca obtienen el premio de vivir sin las protecciones auditivas.

Con la terapia sonora sus oídos vuelven a familiarizarse con el sonido. ¿Se conoce algún caso de una persona que haya sido afectada o perjudicada por la terapia sonora consistente en el sonido rosa, tanto si lo escucha mediante un CD o mediante un audífono? Creemos que no. Incluso quienes dicen que no pueden tolerar el sonido rosa toleran el sonido de voces humanas y otros sonidos habituales, y estos sonidos son más intensos que los del sonido rosa, y sus frecuencias están contenidas en el mismo, con la diferencia que en éste las frecuencias elevadas tienen menor intensidad.

Hay una situación en la que el sonido rosa tiene pocas posibilidades de éxito. Se trata de las personas que tienen tanto temor a los ruidos que siempre, siempre, utilizan protectores auditivos, en cuyo caso adquieren tan increíble sensibidad al ruido que es muy difícil convencerles de utilizar la terapia sonora. Esta terapia requiere paciencia, y no menos de 2 horas al día.

Los generadores de sonido acoplados a los audífonos tienen la ventaja evidente sobre la audición mediante un CD y un aparato reproductor, de que pueden utilizarse en todo momento y en todo lugar, en tanto que la generación de sonidos mediante el CD obliga a estar cerca del aparato reproductor, aunque se dispone de aparatos como el MP3 que son portables. La diferencia de costes es abismal. Mientras un generador de sonido cuesta 2.000 € (mejor dicho: lo cobran a 2.000 € o más), el CD con el sonido rosa puede costar alrededor de 25 €.
Interesa saber que el sonido rosa debe ser el utilizado, y olvidarse del sonido blanco. Este tiene la misma intensidad en todas las frecuencias, en tanto el sonido rosa disminuye la intensidad del sonido a medida que se elevan las frecuencias, lo que lo hace más aceptable para la persona con hipoacusia.

La terapia sonora puede ser una ayuda en el tratamiento de la hiperacusia y del tinnitus, pero es posible que el afectado, si lo hace sin el consejo profesional, no utilice los parámetros de intensidad, frecuencia y tiempo de audición más convenientes en su caso, por lo que es aconsejable realizar la terapia sonora bajo la supervisión de un profesional, sea un otorrino sea un audiólogo.