La cantidad de terapias disponibles para tratar el tinnitus crece continuamente. Nos referimos exclusivamente a terapias diseñadas y aplicadas por facultativos conocedores de nuestro problema, sin tener en cuenta las ofertas con trampa que pueden verse en internet. Desde el inicio de esta publicación hemos incluido toda clase de informaciones sobre terapias para tratar el tinnitus. Muchas de ellas no han tenido el menor éxito y han pasado al olvido sin pena ni gloria, y algunas se siguen practicando con éxitos parciales, no habiendo aparecido aún la terapia que pudiera ser de aplicación universal a todos los que tenemos tinnitus. Parece razonable afirmar que esta terapia milagrosa difícilmente será un hecho, dada la existencia de una gran variabilidad de tipos de tinnitus tanto por su origen como por su etiología.
Al describir estas terapias hemos de considerar dos aspectos del problema netamente diferenciados: las terapias que se proponen eliminar el tinnitus o reducir la intensidad con la que se percibe, y las terapias cuyo objetivo es la habituación del paciente a su tinnitus de forma que tenga la menor incidencia posible en su calidad de vida.
Las informaciones que recibimos por distintas vías sobre las primeras suelen proceder de los facultativos que las han creado y aplicado, y raramente tenemos acceso a ensayos o estudios sobre las mismas realizados independientemente de sus creadores con las garantías éticas que se deben exigir a investigadores y a clínicos, lo que puede ser un obstáculo para su credibilidad. La naturaleza de estas terapias es muy variada debiéndose señalar que pocas son terapias farmacológicas, ya que si bien algunos fármacos investigados parecieron válidos para curar o por lo menos aliviar el tinnitus, sus efectos secundarios nocivos no permitieron su comercialización. Un ejemplo de ello fue el neramexane, del que se llegó a hacer un estudio con 500 pacientes en distintos hospitales europeos, algunos españoles entre ellos, pero que no se ha comercializado por sus efectos secundarios según la información facilitada por uno de los voluntarios que participaron en el estudio..
En las segundas, las que se proponen la habituación del paciente, las informaciones suelen ser más completas y en algunos casos hemos tenido acceso a estudios independientes. Las más conocidas y aplicadas son las terapias cognitivo conductuales TCC, la autohipnosis y la terapia de reentrenamiento del tinnitus TRT (tinnitus retraining therapy), y últimamente el mindfulness. También algunas terapias sonoras, que se quedan a medio camino entre las primeras y las segundas, proponen la habituación del paciente.
Nos hemos preguntado si debemos seguir publicando información sobre nuevas terapias de tratamiento, y la respuesta ha sido afirmativa. Nuestro objetivo debe ser, y es, informar de todo lo que podamos averiguar sobre como tratar el tinnitus, y dado que la información disponible puede tener las debilidades indicadas, en modo alguno podemos recomendar a nuestros lectores la aplicación de tales terapias.
En esta ocasión informamos sobre la terapia de neuroestimulación transcraneal y sobre la terapia Bemer relativa a la microcirculación sanguínea, completamos la información que publicamos en APAT53 sobre la terapia Muttebuton y describimos los resultados de un estudio de la terapia basada en el neuro‑feedback.
